El encino es un árbol que resiste tanto el calor extremo como las bajas temperaturas, también es de fácil cuidado lo que lo convierte en el favorito de muchos.
La copa de este árbol es grande y frondosa, es precisamente buscado por su sombra tupida. Sus hojas están siempre verdes y tiene en general un aspecto saludable.
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El nombre científico que recibe es Quercus virginiana, un árbol grande de hojas perennes. Este ejemplar puede alcanzar alturas de 24 metros y su copa de 18 a 30 metros de ancho.
El encino empieza a florecer en la primavera, luego aparece el fruto, una bellota con valor nutritivo para aves y pequeños mamíferos.
Cuidados del encino
Es de fácil cuidado y cultivo, soporta el pleno sol y las altas temperaturas, pero también las sombras parciales, se adapta a diferentes tipos de suelos, secos o húmedos.
Cuando es pequeño o tiene poco de haber sido plantado, su riego será más abundante para garantizar el crecimiento de sus raíces. Cuando ya es grande, soporta el riego espaciado.
¿Cómo se fertiliza el encino?
Al tener raíces profundas, este árbol alcanza nutrientes del suelo, pero se recomienda que antes de sembrar se debe fertilizar el suelo para que aproveche todos los nutrientes.
¿Cuándo se poda el encino?
Se poda en invierno, de preferencia en los meses de enero a marzo, se deberán retirar solo las ramas secas y las que se empiezan a entrecruzar. Si se requiere dar forma a la copa, también se deben cortar las ramas excedentes.
El encino, es un árbol adaptable por lo que es posible verlos en diferentes regiones de México y es de los más recomendados para climas extremos como los del norte del país