La Laguna del Carpintero es una zona turística de Tampico, bella por sus rutas de senderismo, tirolina, paseos en barca y otras actividades. Esto no era así en el pasado, incluso se pensó desecar el cuerpo de agua para ya no afectar a las personas que vivían cerca. ¿Laguna del Carpintero cómo era antes? y, ¿Qué cosas pasaban en el lugar para tomar esa decisión?
Nos remontamos al año de 1911, cuando se planificó un proyecto de desecación del lago, encargado por el ilustre ingeniero Alejandro Prieto, oriundo de San Antonio Rayón, ubicada en el sur de Tamaulipas.
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Se trataba de una medida planeada desde 1846 para darle final al vaso lacustre y sus alrededores.
En esa época, el cuerpo de agua no se encontraba en las condiciones que la caracterizan actualmente, siendo utilizada como vertedero de aguas negras y residuales de la ciudad de Tampico.
Los detalles del plan fueron contados a través de su libro Mejoras Materiales de Salubridad e Higiene en el puerto de Tampico. En ella menciona a la Laguna del Carpintero como una región azolvada en siete décimas partes de su extensión.
Esta situación hacía que, cuando llegaba la hora de la marea baja, dejara al descubierto secciones pantanosas que despedían gases venenosos, ocasionando enfermedades en la población aledaña al lugar.
"Esos males se extienden sobre toda la población, causando de año en año alarmantes estragos”, se puede leer en el escrito.
En 1856, el general Juan José de la Garza, entonces gobernador de Tamaulipas, llamó al ingeniero francés Benjamín Bonneville para poner en marcha el plan de desecación del lago.
Una sugerencia aportada por Bonneville era crear montículos de tierra entre el cuerpo de agua y la laguna de Chairel para evitar inundaciones.
Este proyecto fue descartado inmediatamente. Entonces, se pensó en el desecamiento del lugar, mediante la construcción de un canal que siguiera la rivera con el río más cercano para lanzar las aguas hacía el mar.
Al realizar estas obras, el predio ya totalmente seco podría venderse a la población y obtener ganancias del mismo lugar. Se invertirían 400 mil pesos de ese entonces para los trabajos de desecación.
Sin embargo, las medidas fueron suspendidas luego de los trabajos iniciales, presuntamente por los inicios de la Revolución Mexicana en todo el país.
El lago quedó en ese estado hasta la llegada del gobernador Álvaro Garza Cantú, quien ofreció restaurar esta zona natural, convirtiéndola en una nueva atracción turística.
Las medidas adoptadas fueron la extracción de una parte del río Támesis hacia la Laguna del Carpintero, gracias un canal que comenzó en el lago de Chairel, ubicada al noroeste del Fortín de la libertad.
El proyecto tenía planeado realizar un "barrido de agua" en el lugar, para arrastrar con el agua del canal sus fangosas tierras hasta el río Pánuco y permitir su saneamiento.
Actualmente, podemos apreciar los resultados de esta obra, donde la fauna, lo natural y lo urbano conviven armoniosamente para ofrecer una visita única en este lugar.
Leyenda de la Laguna del Carpintero
La laguna ha mantenido su nombre durante mucho tiempo, sin embargo, son pocos los que saben el origen de uno de los atractivos más bonitos de Tamaulipas.
Se habla de un carpintero que vivía a las orillas del lago, con una fama de ser buen hombre y trabajador. Este carpintero tenía una novia a quien visitaba en la ciudad de Tampico. Una noche, mientras caminaba para ver a su amada, se enteró del incendio de su casa por los cientos de vecinos que corrían en dirección al lugar.
Valerosamente, entró al fuego, logrando sacar con vida a su novia y a toda su familia. Un descuido al momento de salir, hicieron que tropezara, cayendo nuevamente en la casa, y gritando "no me olvides" el joven carpintero murió abrasado por las llamas.
Otro de los relatos hablan de un carpintero que habitaba las cercanías del lago junto con su hijo. En alguna ocasión Juancho, le pidió permiso a su papá para ir a nadar al agua.
Para infortunio de Juancho, un cocodrilo se acercó y lo atacó. Gritos de auxilio fueron escuchados por su padre, quien acudió valerosamente para tratar de salvar a su hijo. Lamentablemente, ambos murieron.
Por esa acción heroica, el lago es conocido como "Carpinteros" y el cocodrilo mayor siempre es llamado Juancho, en honor a los que murieron en el lugar.
Ahora, gracias a estos relatos y proyectos, podemos darnos una idea de la Laguna del Carpintero y cómo era antes. Hay que apreciar y cuidar estos lugares naturales, pues son patrimonio de todos.
Jesús García