Más de una persona ha pensando en instalar paneles solares en su hogar, no sólo para ahorrar en el suministro eléctrico, sino para ayudar al planeta. Pero, ¿qué ocurre con el contrato de la CFE? También te puede interesar: la CFE abre vacantes, ¿cómo aplico?
Los paneles solares convierten la energía de los rayos del sol y mediante un mecanismo, la convierte en potencia eléctrica común. En contra de lo pensado, aun cuando se está nublado se puede seguir generando luz.
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Esta instalación suele ser algo costosa, pero los beneficios a mediano y largo plazo son visibles. Si ya cuento con un contrato de la CFE, ¿qué es lo que debo hacer? ¿Puedo evitar el pago del suministro?
Aunque tengas paneles solares aún tendrás un contrato con la CFE, pues la Comisión no prohíbe la colocación de este dispositivo de energía limpia, pero sí necesitas tener un registro. Sin embargo, seguirás ahorrando. Hay tres tipos de recibo y estos son:
- Por Medición Neta de Energía: tal vez sea la más común. En esta modalidad, el usuario ocupa tanto lo generado por sus paneles como la energía eléctrica común; la CFE crea un tabulador para la energía solar y ambas fuerzas se compensan a la hora del cobro.
- Por Facturación Neta: la CFE te mandará el recibo de luz sobre la electricidad que consumas y es independiente a la generación de los paneles solares.
- Por Venta Total de Energía: este es el caso menos común. Los usuarios generan prácticamente toda su electricidad y la ‘venden’ a la CFE por lo que se deshacen del contrato que tenían previamente.
Si estás pensando en instalar paneles solares, considera que en México tienen un precio de entre 11,000 y 12,000 pesos en tiendas departamentales. Hay algunos modelos más caros, pero generan más electricidad. No obstante, es una vía bastante agradable para ayudar tanto al bolsillo como al planeta Tierra.