El conflicto armado europeo ya ha traído consecuencias económicas para todo el mundo, y para las personas habitantes de las naciones involucradas. Ucrania ya reporta 2.3 millones de refugiados por la guerra en su territorio.
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El nuevo balance del Alto Comisionado de la ONU para los Refugiados (ACNUR), examina esta cifra en constante crecimiento. La crisis de desplazamiento ya es considerada por la organización como la más rápida desde la Segunda Guerra Mundial, anticipando su aumento en los próximos días de no parar la guerra.
Luego de la invasión rusa, hay hace 12 días, la ACNUR llegó a advertir la posibilidad de haber unos cuatro millones de refugiados por el conflicto armado.
Tan solo en Polonia ya han llegado cerca de 1.4 millones de refugiados, mientras Hungría y Eslovaquia reporta 214 mil y 153 mil, respectivamente. A Rumanía corresponden otros 84 mil, mientras en Moldavia ya se superan los 82 mil.
A su vez, unas 100 mil personas han recalado en territorio ruso, sin poderse actualizar esa cifra desde hace días. De hecho, autoridades de Rusia, habían informado de 200 mil personas refugiadas, quienes habían llegado desde Ucrania hasta el país atacante.
Joseph Borell, el alto representante de la UE para asuntos exteriores y política de seguridad, se mostró en constante actualización de esta situación, siendo advertido por la ONU de recibirse en toda Europa cerca de 4 y 5 millones de refugiados procedentes de Ucrania.
“Debemos tener una visión más política de nuestra ayuda para asegurar que la comunidad internacional primero que todo, condene las acciones rusas, establezca una coalición para ayudar a los refugiados ucranianos y apoye a los ucranianos, tanto a los que todavía están en el campo de batalla como a los que escaparon para salvar sus vidas, a quienes debemos dar la bienvenida”, aseguró Borrell.
El reporte de Ucrania, el cual registra 2.3 millones de refugiados por la guerra, habla de una situación dura para todos los habitantes del país europeo, quienes tienen que salir de sus hogares, amenazados por las agresiones rusas.
Jesús García