La celebración en honor a la Virgen de Guadalupe en Nuevo Laredo volvió a convertirse en un punto de encuentro espiritual que reunió a familias, peregrinos y danzantes que iniciaron su caminar desde la noche para honrar a la Patrona de México.
El movimiento de fieles, que año con año se intensifica, dio inicio con un acto solemne que marcó el comienzo de un día cargado de plegarias y agradecimientos.
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La celebración de la Virgen de Guadalupe
Desde las 11:00 de la noche el Santuario, ubicado en la colonia Hidalgo, abrió sus puertas para que con una misa y las mañanitas en punto de las 12 de la noche, miles de guadalupanos que acudieron a la misa nocturna y a las tradicionales honores cantados festejaran a la Morenita.
El arranque litúrgico dio paso a un miles de visitantes que, durante la madrugada, mantuvieron vivo el ambiente de recogimiento y celebración.
Con temperaturas moderadas, que descendieron apenas a 15 grados, la noche favoreció la asistencia de adultos mayores, familias con niños y grupos organizados de colonias cercanas.
Los matachines de diferentes rumbos ofrecieron su danza ritual como expresión de devoción, mientras el sonido de los tambores resonaba entre las calles repletas de puestos de comida, veladoras, flores y artículos religiosos.
Agradecimiento profundo
Los fieles avanzaron con paso lento pero firme hacia el interior del recinto, muchos cargando imágenes, rosarios o arreglos florales.
Entre agradecimientos por salud, trabajo o protección, y solicitudes de milagros personales, las oraciones se multiplicaron en un ambiente de fuerte significado emocional.
Algunos caminaban en silencio; otros, con lágrimas que acompañaban el gesto de mirar la imagen guadalupana como si esperaran consuelo y guía.
En los alrededores, el ir y venir de familias formó un mosaico de colores y aromas de los puestos de comida que dieron vida a la noche: olor a tamales, cera encendida, incienso y comida casera.
Actividades para el 12 durante el día
Para el 12 de diciembre, las celebraciones continuarán con misas cada hora hasta la noche, dando cierre a un día considerado sagrado para millones de mexicanos.
Así empezó una jornada marcada por la fe profunda que año con año renace en honor a la Virgen de Guadalupe en Nuevo Laredo.