Desde lo alto del Cerro de la Loma Larga, justo sobre la colonia Independencia, una figura de 12 metros de altura se ha convertido en uno de los símbolos espirituales más recientes de Monterrey, Nuevo León, la escultura monumental de la Virgen de Guadalupe. Instalada el 11 de diciembre de 2021, esta obra de 4 toneladas domina el horizonte y ha transformado el lugar en un punto de encuentro para creyentes, familias y visitantes que buscan un espacio de fe y tranquilidad.
La pieza forma parte del Memorial de la Misericordia, un proyecto impulsado por la iglesia local para conmemorar los 490 años del acontecimiento Guadalupano. El terreno donde hoy se levanta la imagen fue donado por una organización comunitaria; anteriormente, ahí operaban antenas de transmisión. Con su llegada, el sitio tomó un nuevo significado espiritual.
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La Virgen está colocada sobre un mundo del cual brota agua que cae hacia abajo, un símbolo de las bendiciones que, según la tradición, se derraman hacia todos los pueblos. Desde ese punto elevado, las vistas son privilegiadas. Gran parte del área metropolitana puede observarse desde la cima, un recordatorio de aquello que como dicen los fieles ha sido creado tanto por Dios como por el esfuerzo humano.
Además del impacto visual, el Memorial fue diseñado como un lugar de paz y contemplación. El espacio incluye tierra proveniente de los cinco continentes, agua de lugares sagrados y fragmentos con valor histórico-religioso relacionados con Monterrey. Para los visitantes, estos elementos representan unidad, esperanza y una conexión simbólica con distintas partes del mundo.
Desde su inauguración, grupos parroquiales, peregrinos y familias enteras realizan caminatas ascendiendo hasta la escultura para rezar, agradecer milagros o pedir protección. La ruta puede hacerse por las escalinatas ubicadas en las calles Colima y Lago de Pátzcuaro, en la colonia Independencia; también es posible acceder en vehículo por el camino a San Agustín o por la Prolongación San Alberto, en la colonia Villa de San Agustín, en San Pedro.
El Memorial de la Misericordia contempla una segunda etapa: la construcción de la Cruz de la Misericordia, que se espera esté concluida en 2027. Esta nueva estructura acompañará a la escultura de la Virgen, reforzando la idea de un santuario elevado que se ha convertido en un nuevo referente espiritual para Monterrey.