En los últimos años, gracias al cambio climático, los veranos se han vuelto más calurosos y las olas de calor son cada vez más comunes. Esta realidad obliga a ser más cuidadosos con la hidratación, el uso de protector solar y el tiempo que pasamos bajo el sol.
Exponerse al sol puede ser beneficioso para obtener vitamina D, que tiene numerosos beneficios para la salud, incluyendo la salud mental, pero el exceso es contraproducente.
Golpe de calor
Las cosas buenas pueden volverse peligrosas si no tomamos las precauciones necesarias. El sol puede ser muy dañino no solo por el riesgo de cáncer de piel o quemaduras, sino también por la posibilidad de sufrir un golpe de calor.
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El golpe de calor no se trata solo de un aumento en la temperatura corporal. Al sufrirlo, puedes experimentar una variedad de daños internos que pueden causar problemas graves.
Los expertos explican que “el golpe de calor ocurre cuando la temperatura de tu cuerpo aumenta rápidamente y no puedes refrescarte. Puede poner en peligro la vida al causar daños en el cerebro y otros órganos vitales. Puede ser causado por una actividad extenuante en el calor o por estar en un lugar caluroso durante demasiado tiempo”.
Esto puede suceder en cualquier momento, incluso si eres joven y estás completamente sano, y puede ser fatal. Por eso, es recomendable moderar el tiempo que se pasa al aire libre, especialmente durante las horas de mayor calor.
Síntomas
Estos son los siguientes síntomas del golpe de calor:
- Fiebre de 104 grados Fahrenheit (40 grados Celsius) o más
- Cambios en el estado mental o el comportamiento, como confusión, agitación y dificultad para hablar
- Piel caliente y seca o sudoración abundante
- Náuseas y vómitos
- Piel enrojecida
- Pulso rápido
- Respiración rápida
- Dolor de cabeza
- Desmayo
- Convulsiones
- Coma
Tratamiento
Para evitar que un golpe de calor se vuelva letal, es crucial actuar rápidamente para enfriar a la persona o tú mismo y reducir su temperatura. Estas son algunas recomendaciones:
- Colocar hielo en el cuello, las axilas e ingles.
- Beber líquidos con contenido de sal, como bebidas deportivas o agua con sal.
- Recostarte en una zona con sombra y aire fresco.
- Si es posible, sumergirte en agua fría.
- Rociar agua sobre el cuerpo y soplar aire para que se evapore, ayudando a enfriar.
- Monitorear la respiración y asegurarse de que nada la bloquee.
- Retirar la ropa ajustada o pesada.
Los especialistas también advierten que es importante evitar administrar medicamentos sin antes consultar a un médico, ya que esto puede empeorar la situación.
En casos extremos, es fundamental llamar a una ambulancia o llevar a la persona al hospital, donde podrán ofrecerle un tratamiento adecuado y monitorear sus signos vitales.
Con el aumento de las temperaturas y la frecuencia de las olas de calor, conocer y reconocer los síntomas del golpe de calor, así como saber cómo actuar, es esencial para proteger nuestra salud y la de nuestros seres queridos.