“Don Chuy, Don Chuy, se está quemando su casa”, le gritaban dos vecinos a don Jesús Gómez, quien en ese momento descansaba y veía televisión, por lo que de inmediato se incorporó y con el apoyo de sus vecinos logró salir con vida, más no así el hondureño que tenía de inquilino en otra de las casitas de maderas destruida por el fuego.
Yo descansaba dentro de la casa y mi vecino Paco y otro amigo, José Guel, entraron a mi propiedad y gritándome que las casas se estaban, reaccionando de inmediato y logrando ponerme a salvo.
Los héroes sin capa habían cumplido con su cometido, el de salvar la vida de Don Chuy, a quien conocen sus vecinos desde hace muchos años, pero nada se pudo hacer para salvar la vida del hondureño, quien murió calcinado en ese voraz incendio.
De 71 años y de oficio soldador, Don Chuy perdió todas sus pertenencias y ahora busca el apoyo de la ciudadanía para reconstruir su vivienda, aclarando que quien desee ayudarlo, lo busquen en su propiedad de Tomás F. de la Garza y Lincoln en la colonia Palacios.
Entrevistado en el crucero donde se ubica su propiedad, Don Chuy lamento la muerte de su inquilino, de quien solo sabe era un hondureño que trabajaba en el Rastro Municipal y que apenas tenía una semana viviendo en una de las casitas que se incendiaron y quedaron destruidas por el fuego.
El entrevistado agregó que, al salir con el apoyo de sus vecinos, el incendio aún no llegaba a su casa, pero todo ocurrió demasiado rápido y el viento que hacía en ese momento avivó las llamas y su casa de madera prendió de inmediato, quedando ambas destruidas.
En el incendio, Don Chuy dijo haber perdido sus herramientas de trabajo como una máquina de soldar, ya que su oficio es el de soldador desde hace muchos años.
Agradeció la intervención de sus vecinos Paco y José, quienes lo salvaron de una muerte segura.
Don Chuy fue entrevistado llegando a su propiedad después de acudir a una báscula pública cercana y vender los fierros que acumulaba en su vivienda para de esta manera obtener dinero para su mantención.
Para edificar nuevamente sus casas, Don Chuy requiere de madera, láminas y demás implementos de la carpintería, señalando que tenía radicando en ese lugar más de 50 años y en ese tiempo se ha ganado el cariño y aprecio de sus vecinos.