Por ALAN JUÁREZ/Fotos ALAN JUÁREZ y EMMA TREVIÑO
En los últimos tres días, más de 300 de migrantes han llegado a esta ciudad con la esperanza de conseguir el sueño americano, cruzando a suelo estadounidense mediante asilo político.
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Bajo el sol y a pesar de las altas temperaturas, cientos de migrantes, incluso familias enteras, la gran mayoría procedentes de Venezuela, Colombia y algunos de El Salvador, permanecen en las aceras cercanas al puente internacional número uno, improvisando techumbres con cartones, toallas y sábanas, durmieron a la intemperie.
Una gran travesía recorrieron para poder llegar a esta frontera, a pie, en autobús, dejando todo atrás en su país natal, pero con la esperanza de buscar un futuro mejor.
Si bien se mantienen durante todo el día hidratándose, bebiendo agua y jugos, consumiendo algo de alimento, no es suficiente para el tiempo que están expuestos al sol y el calor, pues algunos de ellos, mencionaron que durante el largo trayecto recorrido se han ido quedado sin dinero, situación que preocupa a las madres de familia que llegaron con sus hijos pequeños y no poderles dar comida.
Sin embargo hay algunas personas que han comenzado acercarse para brindar apoyo, llevándoles botellas de agua, tacos y tortas, como una forma de solidarizarse con la situación que están viviendo, pues algunos migrantes dijeron que no se moverán de lugar hasta lograr su objetivo, así tuvieran que pasar más días y noches en las banquetas.