Arranca la colecta de alimentos no perecederos para los pacientes que sufren de tuberculosis, quienes por la misma enfermedad han tenido que dejar de trabajar, viendo afectada su economía, el objetivo de esta campaña es reunir la mayor cantidad de alimentos y frazadas (cobijas) y entregarlas a los enfermos.
Esta actividad que se realiza desde hace 20 años, y hoy en esta campaña pretende apoyar a más de 30 familias que por su condición no cuentan con los medios necesarios para sacar adelante a su familia, por lo que puede ayudar a estos pacientes al donar arroz, frijol, pastas, leche, aceite, harinas en el Departamento de Tuberculosis.
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El lugar está ubicado en Victoria y América en la colonia Hidalgo, frente al Parque Narciso Mendoza en un horario de 8:00 a 3:00 de la tarde de lunes a viernes. Para ello, tiene hasta la primera semana de diciembre para sumarse a esta gran causa.
Blanca Esthela Morales Zapata, coordinadora del programa de Tuberculosis de la Jurisdicción Sanitaria no.5, expresó:
Ya se llegó el día es una actividad que llevamos a cabo año con año para nuestros pacientes de tuberculosis, cuya finalidad es aliviar un poquito la economía, pues muchos de ellos deben dejar de trabajar, porque sabemos que si ellos están en su área de trabajo donde ellos se desarrollan laboralmente tenemos que evitar que tengan contacto con sus compañeros, sobre todo si están en etapa de contagio.
Estamos haciendo la invitación a la población para que nos apoyen con alimentos no perecederos o en especie, nosotros aquí elaboramos las despensas; se tiene planeado entregarlas entre la primera y segunda semana de diciembre; contamos con un listado de los pacientes a quienes se les visita, valora y hace la entrega.
Para ello, se organiza un evento, en el que se les hace una comida, en donde se les entrega esta despensa , y puedan disfrutar de estas fiestas en familia.
Si bien, destacó el apoyo de la Facultad de Enfermería que los apoya con cobertores y la Fundación Carlos Enrique Canturosas, que apoya con despensas, siempre se requiere de la generosidad de los neolaredenses para poder ayudar a los que menos tienen.