Cada mes entre accidentes viales son derribados al menos nueve postes, que van desde servicios de electricidad, telefonía e internet hasta luminarias que deben ser repuestos por las empresas o el gobierno, según sea el caso, debido a que en muchos de estos percances, los responsables huyen.
Durante el 2022 se registraron al menos 107 postes derribados en estas circunstancias, según estadísticas de la Dirección de Protección Civil y Bomberos, muchos de los cuales representan un gasto de reposición de entre 18 y 50 mil pesos -cada uno-, según el tipo y dimensiones.
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“A grandes rasgos, ronda entre los 18 y los 50 mil pesos, todo esto dependiendo el daño, el tamaño, los watts, si se tuvo que colar o anclar, la mano de obra, renta de maquinaria, el tipo de arbotante -si es de un brazo o dos- y el tamaño de arbotante, si es de 12 metros como los que están en el bulevar, de 15 metros, que están en la Carretera Nacional, o los de 10 metros los que están en la ciudad, y el tipo de alumbrado porque hay de 100 y 150 watts”, explicó Horacio Seoane, titular de Servicios Públicos Primarios.
Si bien, la cantidad de autos “chocolate” ha disminuido considerablemente con la regularización temporal a bajo costo promovida por la Federación, aún hay unidades carentes de registro que con frecuencia son abandonadas luego de causar daños a la infraestructura vial, resultando imposible vincular el vehículo con los conductores responsables de los percances.
Solamente en la última semana ocurrieron al menos dos incidentes de esta naturaleza, el último de ellos el lunes 23 de enero en el que Julio, de 34 años, impactó su camioneta Ford F150 modelo 2006 contra un poste de concreto de la Comisión Federal de Electricidad (CFE), con tal fuerza que debió ser trasladado a un hospital para tratar sus lesiones, luego de vencer el pesado mástil en la colisión. El mes con mayor incidencia de postes derribados fue julio, con 17 casos, seguido de junio y octubre con 13 cada uno.