Laredo dejará de ser un punto de recepción para asilo político a los migrantes, por lo que más de 5 mil, entre haitianos y otras nacionalidades, tendrán que buscar otra frontera y lograr su objetivo de residir en Estados Unidos.
El gobierno municipal fue notificado por el Consulado de Estados Unidos sobre esta medida, por lo que se buscarán las acciones necesarias para minimizar el número de migrantes en esta ciudad, que hoy en día tienen saturados los albergues temporales e incluso la vía pública frente al refugio municipal.
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“Nos acaba de avisar la Cónsul de esta decisión por parte del gobierno americano, por lo que ya estamos en pláticas con las autoridades de CBP, para analizar las acciones que se tomarán en torno a este tema”, dijo la presidenta municipal, Carmen Lilia Canturosas Villarreal.
Los migrantes siguen llegando, en grupos pequeños, a tal grado que tuvieron que habilitar sus propios campamentos para pernoctar en banquetas, con familia completa, mujeres, hombres, niños y niñas viviendo por más de 20 días en la calle ante la falta de espacio en los albergues.
De acuerdo con las autoridades municipales, aproximadamente 120 migrantes lograban ser recibidos por las autoridades de Estados Unidos por día, los que cruzaban acompañados del Instituto Nacional de Migración por el Puente 1. El fenómeno migratorio en Nuevo Laredo es latente y preocupante, así lo dejaron ver durante el reciente Encuentro Anual de Obispos en esta ciudad, para hablar sobre el tema, considerándolo como una crisis humanitaria.
En un inicio, el proceso para la petición de asilo era lento, pues sólo se atendían alrededor de 30 migrantes por día; sin embargo, ante la petición de la Iglesia para atender a mujeres embarazadas, se incrementó de 75 hasta 120 personas procesadas, incluso durante sábado y domingo.
Desde finales de abril, comenzó la llegada de migrantes con una caravana de al menos unos 700 migrantes que en menos de una semana se convirtieron en miles, el 90 por ciento originarios de Haití, aunque con ellos llegaron de otras nacionalidades, muchos de ellos lograron su deseo, que ya están en territorio estadounidense; sin embargo, miles siguen varados en esta ciudad, esperando un milagro para no regresar a su país de donde salieron por diversas razones, principalmente en busca de una mejor condición económica para sus familias.