El gobierno municipal paga a Setasa/Veolia 108 millones de pesos anuales (9 millones mensuales) por concepto de recolección de basura, sin embargo ambientalistas piden revisar el contrato de concesión, debido a que la empresa incumple con el servicio.
“Setasa ha trabajado muy deficientemente, una de las actividades de la administración es revisar el título de concesión que tiene esta empresa y si está cumpliendo o no con el manejo de los residuos, porque les falta frecuencia, le falta unidades, lo vemos en la ciudad, hace casi dos meses de la tromba y todavía hay muchos residuos en la ciudad. Algo que no se entiende, pues ellos cobran por residuos y estos siguen tirados”, comentó Gustavo Pantoja Villarreal, presidente del Centro Internacional de Estudios del Río Bravo, AC.
La empresa recolectora de basura desde el 2019 mantiene acéfala la gerencia, pero previo a eso ha venido arrastrando desde paro de labores, protestas y una serie de anomalías que han afectado principalmente a la población con el retraso en la frecuencia de paso de las unidades.
En el 2020, ante el cabildo -16 de julio- se denunció la falta de unidades, pues de 35 camiones que tiene la empresa, sólo estaban en servicio 21, el resto presentaban fallas mecánicas y sin utilizar.
Durante ese mismo día se solicitó una comparecencia de los directivos, que hasta la fecha no se ha dado.
En febrero de 2021, el número de unidades en servicio se redujo de 21 a 18, la helada provocó que los camiones quedaran sin funcionar, desde entonces, las deficiencias son mayores y notorias, pues siguen residuos como ramas de árboles sobre las banquetas aun sin levantar, obstruyendo el paso peatonal e incluso espacios para estacionar vehículos.
Además varias de las unidades se han visto afectadas también con la aparición de socavones, pues son justo estos vehículos los que más han caído en ellos, el último fue el pasado 8 de julio en el crucero de Río Papaloapan y Jalisco.
A través de varias administraciones, Setasa ha tenido problemas, incluso al grado de tener que hacerles descuentos o retenerles pagos, para que mejoren el servicio que prestan a la comunidad, un servicio que hasta la fecha no ha sido satisfactorio para el ciudadano.