En el año 2009 bajo la administración del entonces alcalde Ramón Garza Barrios, se llevó a cabo la renovación del contrato para la recolección de basura, a once años de esa acción sí que esta empresa a la ciudadanía muy poco ha ofrecido, quizás sea porque las administraciones municipales por igual muy poco le han exigido, entonces, se puede considerar que es NLD para Setasa, el socio perfecto.
Por supuesto que la recontratación fue uno de los sucesos menos esperados por los habitantes de esta frontera, al entender y constatar que, de los quince años anteriores, o sea de 1994 al 2009, los servicios prestados por la empresa Setasa, fueron nada significativos en el trato, costo, manejo y modernidad, entonces claro está que Setasa cómodamente se ha mantenido y crecido prácticamente experimentando con Nuevo Laredo.
Aún está en la memoria de los ciudadanos y residentes de esta ciudad aquel año en que la autoridad en turno externaba a través de los distintos medios de comunicación, sobre el concurso para que la basura fuera manejada por una empresa privada.
Concesión que según se rumoraba, había sido ganada por una empresa de nombre PASA, la que hacía la recolección en la vecina ciudad de Piedras Negras, Coahuila, pero ese rumor algo tuvo de cierto, al comprobarse que, en esos tiempos, sí que lejos estaba Setasa de la infraestructura y capacidad de recolección y manejo de residuos de PASA como su más cercana competencia, entonces ¿por qué ganó?
Setasa después de posesionarse, logró tiempo después el cobrar por sus servicios de recolección a cientos o quizás miles de distintos giros comerciales de Nuevo Laredo, significando por lo mismo para ellos grandes ingresos económicos, pero más cargas económicas a dichos empresarios.
Por igual Setasa se ha manifestado a través de los años de variados gastos e inversiones, tales como la compra de equipamiento, equipo motriz, pero materiales para su propio uso dentro del relleno sanitario, esto para su compactación o carga, y no precisamente para eficientar la recolección en sí de la basura para con la ciudadanía.
No es por demás recalcar que tan sólo en una ocasión Setasa y a través de un programa municipal ofreció un pequeño lote de “botes” o recolectores de basura domiciliaria, pero éstos fueron canalizados tan sólo a colonias con una plusvalía alta y muy limitados.
Recordar que los contenedores metálicos que se ubicaban en diferentes puntos de la ciudad fueron por ellos mismos retirados, justificando que la gente hacía de éstos unos “tiraderos” que afectaban la imagen y salud de los ciudadanos, cuando la realidad era que Setasa no cumplía cabalmente con los tiempos de recolección estimados, por eso de la acumulación de basura, su fracaso y retiro.
Bueno sería saber el porqué los gobiernos municipales que han participado en la contratación o renovación por la recolección de basura se han basado tan sólo en la figura de la concesión, al ser ésta por decir así atentatoria para la economía, al dejar la “puerta abierta” al concesionario al cobro ciudadano por dicho servicio.
Al entender que si se buscó en su momento una empresa privada para que se hiciera cargo de dicha actividad, era precisamente con la finalidad de obtener aparte de un gasto mucho más bajo para el Municipio, esa efectividad en el desarrollo de su labor, en consecuencia, menos carga económica al ciudadano y residente neolaredense.
Entonces y por lo que se está viendo no fue así pensado, quizás por eso mismo no se escogió el modelo del contrato, en donde claro está, y en este tipo de servicios puede estimarse el costo en base al tonelaje de basura recolectada, lesionando así en lo más mínimo el bolsillo del ciudadano.
Pero, ¿quién es Setasa?, por qué ha cambiado de nombres como Veolia o Proactiva a lo largo de su presencia y trabajo con la basura de los neolaredenses, quiénes son sus propietarios, socios, de dónde es originaria, cuándo surgió, en dónde más presta servicios.
Esta serie de interrogantes por ninguna autoridad municipal, ni siquiera por ellos mismos como concesionarios las han dado a conocer al pueblo en general, nadie sabe quiénes son sus directivos, nadie conoce su organigrama institucional.
En un estudio realizado por los investigadores Téllez y Villagómez denominado “Participación del sector privado en los servicios municipales” propiamente en un cuadro informativo ahí incluido, refieren los autores que Setasa tenía participación como concesionario en los siguientes puntos de la República Mexicana, principalmente y con más antigüedad Nuevo Laredo, en Monterrey, Mérida y Córdova, Veracruz.
Sitios en donde se detallan las características de su proyecto como: recolección, transporte y disposición de desechos sólidos, construcción y operación de rellenos sanitarios, explotación del gas metano que se obtiene como subproducto de una planta de electricidad y un programa de reciclaje.
Entonces a esas épocas del inicio, y al marcar a Nuevo Laredo como la concesión más antigua, se puede estimar que Setasa nacía prácticamente de la mano de esta frontera.
Hoy, Setasa para la mayoría de los residentes de Nuevo Laredo y a pesar de tantos años sigue siendo un total desconocido, por igual sus actividades están completamente oscuras, no se sabe de estadísticas de recolección de residuos, de su explotación y comercialización, dónde se comercia el biogas generado, o si éste se ventea, cuáles son sus índices de contaminación, si las familias aledañas al relleno no han tenido consecuencias por dicha exposición.
No se sabe el porqué continuamente ocurren incendios sobre todo en las tardes noches, si es a consecuencia de la liberación del biogas, o por falta de medidas de seguridad y prevención, tampoco qué participación tiene la autoridad municipal de todos sus ingresos, cuánto le factura al mismo Municipio.
La recolección de basura por donde se le vea es un formidable negocio, más si se está a expensas de la autoridad municipal.
Entonces y a cuatro años de que venza dicha concesión a cargo aún de Setasa, bueno sería que esos empresarios locales, neolaredenses o residentes y arriesgados, comenzaran a idear un plan para formar una empresa de origen local y hacer a un lado a la foránea, así comenzar a sembrar esa semilla, esa fuente verdadera de trabajo.
Al entender que el mismo neolaredense, residente, empresario, comercio entre muchos otros, día a día generan esa basura que a final de cuentas se convierte para su recolector en un verdadero negocio, entonces, los empresarios locales deben de considerar que hoy es ese tiempo para irlo ideando, moldeando para que dicha economía por fin se quede entre la misma población de Nuevo Laredo.
Hacerle ver a esos próximos candidatos a distintos cargos sobre todo para alcalde municipal, y cuando ya ganen, el exigirle darle esa apertura a la gente de Nuevo Laredo, para que esta actividad sea ahora sí esa fuente de ingresos a través de un contrato transparente, pero sobre todo “limpio”.