Hoy se cumple un mes de la tromba de mayo, aquella que devastó a más de 100 escuelas en Nuevo Laredo y pese a que los maestros junto con padres de familia tomaron en sus manos la limpieza de los edificios, aún siguen presentando daños estructurales mayores que requieren de atención antes de un regreso a clases presenciales.
Una de las instituciones, es la primaria Eduardo Mendoza, ubicada en Villas de San Miguel, donde se destrozaron bardas, que cayeron sobre algunos vehículos así como severos daños en patios, techumbres y aulas.
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Tras un mes, del fenómeno que azotó con mayor fuerza en el poniente de la ciudad, las escuelas siguen restableciéndose poco a poco; pese a que la pandemia continúa y las clases son virtuales, los centros educativos deben permanecer en óptimas condiciones.
Así como la Eduardo Mendoza, hubo más instituciones dañadas por los vientos con ráfagas de más de 150 kilómetros por hora y las lluvias, algunas de ellas podrán hacer válido el seguro, pero no todas cuentan con uno.
Algunas bardas que se derrumbaron siguen sin ser reconstruidas, debido a la falta de recursos, pues la mayoría se solventa con las cuotas escolares que han estado suspendidas debido a la pandemia.
Limpian la Secundaria 5
La escuela ubicada al poniente de la ciudad sufrió severos daños que poco a poco han sido subsanados por la comunidad educativa e incluso algunos voluntarios y alumnos como Gerardo David Pérez, quien cursa el tercer grado.
“Vine a acompañar a mi primo a las labores de limpieza, yo también estudié aquí, es mi escuela. Me ha tocado juntar troncos, ramas, basura. La tormenta pegó muy fuerte y hay que dejar limpio aquí, ser solidarios con nuestra institución”, expresó el joven estudiante.
Tanto maestros como padres de familia han regresado a escuelas en Nuevo Laredo durante las últimas semanas para realizar labores de limpieza e incluso, reacomodo de aulas, ante la posibilidad de regresar a clases.