Juegos de madera destruidos, pedazos de plástico descolorido, mallas ciclónicas y postes de alumbrado caídos, fueron algunos de los resultados de la tempestad que azotó la ciudad hace una semana, que dejó a niños y jóvenes de las colonias Reservas Territoriales y Los Colorines sin áreas óptimas para sus juegos.
“¿Dónde jugarán los niños ahora? De por sí no se acuerdan de la colonia, de aquí que retiren esos y traigan otros jueguitos”, manifestó María Olegaria Sánchez Hernández, de la colonia Los Colorines.
Mientras observaba a sus hijos subir a los juegos destruidos en la plaza ubicada en la calle Clío, entre las avenidas Mitra y Medusa, esperaba la llegada de la pipa con agua a la colonia para abastecerlos del recurso.
Otra plaza para esparcimiento de los colonos del sector ubicado en Bulevar Progreso, calle Eco y avenida Centauros y Bulevar Rea, las lámparas de alumbrado cayeron y la malla ciclónica fue arrancada por los fuertes vientos de la reciente tromba.
En el mismo lugar, los juegos infantiles, hechos de madera y plástico terminaron igual que los de la colonia anterior, destruidos por la tromba.
“Esperemos que nos apoyen las autoridades, todavía no contamos con agua y luz, hubo muchos destrozos y aparte ni dónde puedan jugar los menores; en las calles están los postes, cables y anuncios caídos, y láminas que pueden ser peligrosas para nuestros hijos, ojalá reparen esto”, añadió la afectada, quien sigue esperando que las autoridades se aparezcan en el sector y apoyen en la rehabilitación de las áreas afectadas.
Hasta ayer martes, cientos de familias seguían sin tener servicio de energía eléctrica, debido a que la tormenta en Nuevo Laredo destruyó parte del sistema eléctrico de la ciudad, por lo que ante la falta de energía, muchos perdieron sus alimentos que mantenían en refrigeración.