El coronel Gustavo Guardiola y Aguirre queda como comandante militar de Nuevo Laredo el 12 de octubre de 1913 y seis meses después regresaría al mando de las tropas huertistas que incendiaron varios edificios en la ciudad durante la Revolución Mexicana.
Deja la plaza el general Téllez que había sido nombrado jefe de la zona militar de Monterrey, Nuevo León en la época.
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¿Quién fue este militar que cumplió las órdenes del general Victoriano Huerta ordenando en un telegrama enviado a los generales Gustavo Guardiola y Teodoro M. Quintana donde decía “Quemen Laredo” aquel 24 de abril de 1914?
Aunque la idea no era quemar Nuevo Laredo de acuerdo a lo manifestado por el historiador Isidro Vizcaya Canales (1917-2005), sino evacuarla y quemar Laredo, Texas, de la Ciudad de México habían dado la orden a la guarnición.
Al verse perdido el general Huerta quería propiciar un evento internacional para que se armara la revuelta, levantar al pueblo y se diera la guerra entre los dos países, los generales o no quisieron quemar Laredo o no entendieron la misiva y quemaron la población mexicana.
Venustiano Carranza, jefe del Ejército Constitucionalista, también tenía interés de posesionarse de Monterrey, Nuevo León y de las aduanas del país incluida la de Nuevo Laredo para tener el control en la zona norte con sus tropas.
Bajo el mando del jefe de armas en Nuevo Laredo, los principales edificios fueron incendiados como la aduana, correos, la estación de ferrocarril -construido en madera-, la iglesia del Santo Niño y la iglesia Bautista y algunas casas de personas identificadas con el bando constitucionalista, los habitantes huyeron siendo presidente municipal durante el gobierno huertista el doctor Canuto Barrera González (1913-septiembre de 1914).
El general Gustavo Guardiola y Aguirre nació en la ciudad de México en 1875, después viajó a Monterrey, Nuevo León, con su familia, se graduó del Colegio Militar, siendo viudo contrajo su segundo matrimonio con la neolaredense María Caballero de Ciudad Mier el 26 de octubre de 1913 en Nuevo Laredo hija de Jesús Caballero y Susana Villarreal de Cerralvo, Nuevo León.
Procrearon una sola hija: María del Carmen, nacida el 15 de mayo de 1915 en México, Distrito Federal, se casó el 14 de junio de 1936 con Alberto Werner Offery tuvieron una hija, María del Carmen Offer.
El militar participó en la Batalla de Palo Blanco en 1911, puso en práctica sus estrategias militares contra el enemigo y triunfó en la defensa de Nuevo Laredo el 3 de enero de 1914, por esta acción obtuvo el grado de general disfrutando sus logros, aunque también supo de las derrotas como la que vivió el 28 de marzo en Ciudad Guerrero por fuerzas superiores del enemigo.
Contaban con mayor número de militares y artillería pesada que utilizaron en combate, sin más remedio tuvo que retirarse con sus soldados y dirigirse a Nuevo Laredo.
El día del incendio los generales Guardiola y Herrera salieron con su ejército y tuvieron un encuentro en Estación Sánchez a un costado de la carretera Anáhuac y un combate en cerca del poblado de Villaldama, Nuevo León, donde tuvieron que huir rumbo a Zacatecas donde fueron derrotados.
Muchos de los militares se regresaron al norte por temor a represalias y deciden cruzar el río Bravo por esta ciudad, mientras el general Guardiola se desplaza a la Ciudad de México, había estado en la plaza fronteriza hasta abril de 1914, fue delatado, detenido y acusado del incendio en Nuevo Laredo; al final fue puesto preso.
Fue sustituido por el general Jesús Soto quien tomó control de la Guarnición de la Plaza en la ciudad después del incendio en Nuevo Laredo el 1 de mayo de 1914.
Para complementar las acusaciones en contra del general se pidieron informes a las autoridades de Nuevo Laredo para incluirlas, en ese tiempo declaró el comerciante Cipriano Lugo, señaló al general Gustavo Guardiola que el día de los hechos estaba ebrio cuando ordenó el incendio, en la ciudad se murmuraba de su estado y ordenaba fusilamientos con ligereza, incluso contra ciudadanos norteamericanos, nunca en contra del pueblo neolaredense.
Acostumbraba cerrar puentes, confiscar periódicos sin abandonar la plaza y sus obligaciones como militar, tenía cuerpo especial de información lo que le permitía planear y dirigir personalmente las acciones militares que emprendía.
La corte marcial estaba compuesta en su totalidad de enemigos políticos del general, se le ordenó fusilar, el militar no permitió que se le vendaran los ojos y pidió que le fuera concedido dirigir su propio fusilamiento el 28 de febrero de 1915 en Torreón, Coahuila, a los 40 años de edad, hechos que ocurrieron hace 106 años.
En la historia de nuestra ciudad el nombre del General Gustavo Guardiola y Aguirre quedó en los hechos conocidos como El incendio de Nuevo Laredo durante el movimiento armado.