Los frijoles puercos son una de esas delicias que evocan lo mejor del sabor tradicional del norte de México. Originarios de estados como Sinaloa, Chihuahua y Durango, este platillo se ha ganado el corazón de muchos más allá de esas regiones.
Sin embargo, su preparación es tan sencilla y sus ingredientes tan accesibles, que no es de extrañar que cualquier persona, sin importar su ubicación, pueda disfrutar de esta sabrosa receta.
El secreto de los frijoles puercos
Este es el secreto para condimentar los frijoles puercos para que te queden riquísimos
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Este platillo, ideal para compartir, se adapta a múltiples ocasiones. Ya sea como el centro de atención en la mesa con unos crujientes totopos, o como un plato principal en un desayuno o cena familiar, los frijoles puercos no decepcionan.
¿Te imaginas una quesadilla bien dorada, rellena de estos frijoles? La combinación es simplemente irresistible.
El toque especial de esta receta de frijoles puercos radica en la incorporación de chilorio, un guiso de carne de cerdo con chiles que aporta un sabor inigualable.
El chilorio, al estar cocinado con carne y chiles secos, añade una rica textura y una explosión de sabor que eleva este platillo a otro nivel. Ya sea que optes por prepararlo en casa o prefieras comprarlo listo en el supermercado, lo importante es elegir un chilorio de alta calidad para asegurar un resultado delicioso.
Platillo versátil
La versatilidad de los frijoles puercos se refleja en las diversas formas de preparación que existen en distintas partes de México. Desde Sinaloa hasta Michoacán, cada región aporta su toque único a esta receta clásica:
- Sinaloa: Aquí, los frijoles bayos se cocinan, se machacan y se fríen con manteca de cerdo, tocino y chorizo. Para darle un toque especial, se añade queso Chihuahua y chiles jalapeños en escabeche. Este acompañamiento es perfecto para carnes y guisos.
- Guanajuato: En esta región, los frijoles se doran junto con cebolla, jitomate, chile serrano, tocino, salchicha, chorizo y jamón. Algunas versiones incluyen chiles pasilla y guajillo, así como xoconostle para un sabor más complejo.
- Colima: Los frijoles puercos en Colima se fríen en manteca de cerdo y se mezclan con carne de cerdo deshebrada, verduras en escabeche y queso añejo, logrando un platillo lleno de sabor y tradición.
- Nayarit: Aquí se les conoce como frijoles azufrados, y se preparan friendo frijoles en manteca de cerdo con chile de árbol y chorizo. Luego, se les añade queso añejo o Cotija, y en las zonas costeras, incluso se les incorporan sardinas.
- Guerrero: Los frijoles bayos refritos se mezclan con chorizo y se sirven con queso. A veces, se agregan trozos de chicharrón de puerco para una textura adicional.
- Jalisco: En este estado, los frijoles refritos se combinan con chorizo, tocino, aceitunas verdes y chiles jalapeños en escabeche, logrando una textura pastosa. Se sirven con queso ranchero y se acompañan con tostadas de maíz.
- Michoacán: Aquí, los frijoles bayos, canarios o flor de mayo se refritan con chorizo, tocino, chile jalapeño en escabeche, queso añejo y chicharrón, resultando en un platillo reconfortante y lleno de sabor.
Independientemente de la variante que elijas, estos frijoles puercos prometen ser un éxito en cualquier ocasión.