Llevar una dieta balanceada es una tarea muy complicada para las personas, más para quienes viven de forma ajetreada, yendo del trabajo a la escuela por los hijos, o a cumplir cualquier actividad del día a día.
La realidad es que hay que tener mucho cuidado con los alimentos que consumimos, ya que muchos de ellos pueden subirte fácilmente el colesterol, aumentando las posibilidades de sufrir un infarto, así como otras enfermedades importantes.
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El colesterol LDL, también conocido como colesterol “malo”, daña tus arterias, lo que te coloca en riesgo de padecer infartos o problemas del corazón. El cuerpo necesita colesterol para trabajar correctamente, pero un exceso de este en la sangre, puede ser fatal para las arterias.
Lo más peligroso del colesterol alto es que no presenta síntomas, por lo que se trata de una condición silenciosa que provoca graves consecuencias. El colesterol alto puede traerte los siguientes problemas:
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Enfermedad renal crónica
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Diabetes
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Hipotiroidismo
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Lupus
Los alimentos son importantes para nuestra salud, por eso te decimos cuáles son los que te pueden elevar el colesterol, y que no debes consumir en exceso.
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Lácteos enteros: se recomienda sustituirlos por aquellos bajos en grasa.
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Mantequilla: si quieres sazonar tus alimentos es mejor que lo hagas con aceite de oliva.
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Carnes grasas, como la de cerdo o la de res: los expertos sugieren evitar su consumo y optar por carnes con poca grasa como la de pescado o pollo sin piel.
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Pan: lamentablemente, este alimento puede ocasionar el colesterol malo debido a la mantequilla y las grasas que contiene.
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Yemas de huevo: los nutriólogos recomiendan comer las claras de huevo.
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Comida frita: esto incluye papas a la francesa o cualquier alimento que sea cocinado en una inmersión de grasa o aceite a temperaturas altas, de entre 150 y 180 °C.
Los niveles de colesterol se miden en miligramos de colesterol por decilitro de sangre en la mayoría de los países. Con estos parámetros, de 130 a 159 mg/dl se considera en el límite, 160-189 es alto, mientras que más de 190 es ya considerado demasiado alto.
Si quieres bajar esos niveles, debes realizar varias cambios en tu alimentación y estilo de vida, siendo lo más importante bajar de peso, comer frutas y verduras, además de hacer ejercicio de forma regular.