México ha emitido una alerta sanitaria ante la preocupación por la fiebre de Oropouche, una enfermedad transmitida por la picadura de mosquitos que ha afectado a varios países de América Latina. Este virus, conocido por su rápida propagación, ha sido reportado en Brasil, Ecuador, Panamá, Perú, Trinidad y Tobago, y en la Guayana Francesa.
La fiebre de oropouche
Esta enfermedad presenta síntomas que incluyen fiebre alta, dolor de cabeza intenso, dolores musculares, náuseas y erupciones cutáneas.
Estos síntomas pueden durar entre 3 y 6 días. Sin embargo, el periodo de incubación del virus es motivo de preocupación, ya que puede oscilar entre 4 y 8 días, y en algunos casos puede extenderse de 3 a 12 días.
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Aunque la mayoría de los pacientes se recuperan en aproximadamente una semana, existen casos donde los síntomas persisten durante varias semanas, lo que puede llegar a provocar complicaciones graves e incluso la muerte.
Recomendaciones de la OMS
La Organización Mundial de la Salud (OMS) ha subrayado la importancia de incluir la fiebre de Oropouche en el diagnóstico diferencial de otras enfermedades comunes en la región de las Américas.
Además, la OMS recomienda la vacunación contra la fiebre amarilla al menos 10 días antes de viajar a las áreas afectadas, aunque esta vacuna no previene la fiebre de Oropouche, puede ayudar a evitar complicaciones adicionales.
Medidas Preventivas
Para reducir el riesgo de infección, se han emitido varias recomendaciones:
- Uso de Repelente: Aplicar repelentes que contengan DEET, IR3535 o picaridina en la piel expuesta, siguiendo las instrucciones del producto.
- Ropa Protectora: Usar camisas de manga larga y pantalones largos para minimizar la exposición de la piel.
- Eliminar Criaderos de Mosquitos: Desechar cualquier recipiente que pueda acumular agua estancada, como llantas viejas, macetas o latas.
- Atención a los Síntomas: Mantenerse alerta a los síntomas de la fiebre de Oropouche y buscar atención médica inmediata si se presentan.
Estas medidas son esenciales para proteger a la población y a los viajeros que se dirijan a las regiones afectadas. La eliminación de los criaderos de mosquitos, el uso de mosquiteros y repelentes son estrategias clave para prevenir la transmisión de esta enfermedad.