Las víboras son uno de los animales más temidos y una pregunta muy común es: ¿son realmente veloces?, ¿serían capaces de alcanzar al humano? Esto se sabe. También te puede interesar: estas son las serpientes venenosas que habitan en México.
Primero hay que destacar que las serpientes pueden desplazarse gracias a que su cuerpo es mayoritariamente músculos. Por esa razón, pueden ‘caminar’ aún sin tener ningún tipo de extremidades o similares.
Las víboras se mueven de distintos modos, estos son algunos ejemplos: serpentino, que es en forma de onda; de acordeón, donde las serpientes se encogen y expanden repetidamente para trasladarse; de movimiento lateral, se mueve de forma vertical; rectilíneo, el cual es propio de las especies más largas y se arrastra en línea recta.
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No todas las serpientes tienen la misma disposición de moverse a grandes velocidades. El espécimen más veloz es la mamba negra, que es mayoritariamente vista en África. Su movimiento es limpio y en frenesí debido a que su anatomía es de musculatura y las escamas exteriores son lisas, lo cual permite que el arrastre sea continúo. La velocidad de la temida serpiente es de entre 16 y 20 kilómetros por hora.
¿Es posible que alcancen a un humano?
Para hacer la comparación, es necesario presentar la velocidad de los humanos, que va entre los 10 a 13 kilómetros por hora. Por esta razón, es posible que una serpiente logre alcanzar a un humano, pero en un escenario muy específico.
Sin embargo, hay que señalar que el humano no es presa natural de las serpientes, por lo que no atacan de manera directa ni persiguen a los humanos. La mordedura sólo se da cuando el reptil se siente amenazado, en peligro. En una primera instancia, las víboras buscarán evitar el conflicto.
La ventaja de los humanos sobre las serpientes es que los primeros pueden superar obstáculos en un terreno. Por ejemplo, piedras, troncos, maleza, etcétera. Estas ‘barreras’ dificultan el desplazamiento de las víboras, por lo que puedes ponerte a salvo con esta estrategia.