En la Cámara de Diputados se está promoviendo una reforma a la Ley Federal del Trabajo (LFT) para establecer el 12 de diciembre, Día de la Virgen de Guadalupe, como un día de descanso obligatorio para los trabajadores del sector privado.
Esta propuesta se fundamenta en la significativa derrama económica que genera la festividad y en el hecho de que la legislación laboral ya contempla celebraciones religiosas, como la Navidad.
Te podría interesar
El diputado federal Rubén Moreira, coordinador parlamentario del PRI, argumenta que el calendario oficial de la Secretaría de Educación Pública (SEP) reconoce conmemoraciones religiosas como días de vacaciones, tal como ocurre con los días de Semana Santa.
A pesar de la importancia de esta celebración, el 12 de diciembre no se encuentra establecido como día de descanso obligatorio en el artículo 74 de la Ley Federal del Trabajo, aunque algunas empresas sí otorgan este día libre a sus empleados.
La legislación laboral estipula que los empleados que trabajen en un día feriado deben recibir un salario doble adicional al sueldo ordinario, lo que equivale a un pago triple en términos prácticos.
La última modificación a la LFT incluyó el 1 de octubre como día de descanso obligatorio para los trabajadores, en conmemoración de la transmisión del Poder Ejecutivo Federal.
Sin embargo, esta inclusión no aumentó el número total de días feriados, ya que sustituyó al 1 de diciembre.
Esta reforma fue una alineación de la LFT con la reforma constitucional de 2014, que fijó esta fecha para la transmisión de poderes.
Previo a esta reforma, el país contaba con un amplio plazo de seis meses entre la jornada electoral y el cambio de presidente, a diferencia de economías como Hungría o Portugal, donde los mandatarios asumen funciones ocho días después de ser electos.