Las víboras de cascabel son ejemplares magníficos y al mismo tiempo terroríficos, pues tan solo una gota de su veneno puede acabar con la vida de un hombre adulto si no acude de inmediato a ser atendido en un hospital; uno de los aspectos más característicos de este reptil además de su aterrador aspecto, es su cascabel.
El cascabel de estas víboras emite un sonido inconfundible, el cual es hecho por estos ejemplares cuando se sienten amenazados e intentan advertir que no vacilaran en atacar, así como también para indicar su presencia para que no sean pisadas o molestadas por grandes mamíferos o personas descuidadas.
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De acuerdo con el experto en fauna silvestre, peces y biología de conservación en la Universidad de California, Brian Todd, las víboras de cascabel no son agresivas, contrario a lo que muchos creerían.
“Estos animales, por lo general, no son agresivos. De hecho, en la gran mayoría de las veces muerden sólo como mecanismo de defensa”, explica Todd.
¿Qué hay dentro del cascabel dentro de una víbora?
La víbora de cascabel se identifica por su triangular cabeza y una característica sonaja en la punta de su cola, la cual está formada por segmentos cartilaginosos, los cuales se agregan o crecen a medida que mude de piel.
Y una de las creencias que existen acerca del cascabel, es que al interior de este hay pequeñas piedritas o perdigones que suenan al ser agitadas por la víbora.
Pero en realidad el cascabel de esa víbora está formado por segmentos en su interior y al momento de agitarlos provoca el característico sonido cuando estas segmentaciones se friccionan y rebotan entre sí.