En las autopistas del país del país ver la silueta imponente de un toro negro en una colina desde lejos, acercarse poco a poco al pasarlo a un lado y después verlo perderse en la lejanía era un espectáculo al viajar por carretera.
El astado se hizo familiar en los paisajes de los caminos de la República Mexicana, pero a través de los años varios de ellos dejaron de existir y actualmente solo unos cuantos siguen adornando los paisajes.
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El toro de las carreteras
En realidad se trataba de publicidad del Grupo Osborne, originarios de España, que después de colocar las figuras en España, posteriormente las instalaron en México para promocionar el Brandy Magno. Algunos aún existen en varias de las carreteras mexicanas.
El toro de lidia estaba hecho de metal y medía 14 metros de alto. Generaron tanto impacto que la mayor parte de los mexicanos aún los recuerdan perfectamente ya generaban un fuerte impacto en quienes los divisaban en el horizonte, pues la silueta negra contrastaba con el paisaje y se podía observar desde muy lejos.
En 1994 estos anuncios fueron prohibidos en España, ya que las autoridades argumentaron que causaban accidentes al distraer a los conductores, pero, gracias a la presión social, algunos fueron recolocados en ese país.
Estos letreros fueron denominados “patrimonio cultural del España” por el fuerte impacto que causó en diversas generaciones.
Nostalgia
En México, la imagen causa nostalgia al recordar los viajes familiares de la niñez. Se tiene registro de que aún existen aún 60 toros “magno” repartidos a lo largo de la República.
En su momento, las figuras de toros metálicos en las carreteras de México se convirtieron en un fenómeno publicitario notable. Eran llamativos y a menudo se colocaban en lugares estratégicos a lo largo de las carreteras, lo que atraía la atención de los conductores y viajeros.
Las figuras eran una forma efectiva de publicidad para este producto y se convirtieron en un elemento icónico.
Sin duda, aunque estas figuras metálicas eran principalmente anuncios publicitarios, también se convirtieron en elementos distintivos en el paisaje de las autopistas. Y tú ¿recuerdas al toro de la carreteras de México?