El mes de agosto se despedirá dejando lluvias y tormentas en casi todo el territorio nacional, por lo que Tamaulipas debe mantenerse en alerta.
Esto se debe a la llegada de dos ciclones tropicales, de acuerdo al pronóstico del clima del Servicio Meteorológico Mexicano (SMN) de la Comisión Nacional del Agua (Conagua).
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El SMN ubicó a la primera zona de baja presión al sur de las costas de Oaxaca, por el Océano Pacífico. Mantiene un 50 por ciento de probabilidad para desarrollo ciclónico en 48 horas y del 80% en siete días.
A su vez, una zona de baja presión con probabilidad de desarrollo ciclónico, ingresará al oeste del Mar Caribe, reforzando el potencial de lluvias en la Península de Yucatán.
Este viernes se prevén lluvias y tormentas dispersas entre Yucatán, Quintana Roo, Campeche, Tabasco, Chiapas, Veracruz, Oaxaca, Tamaulipas, San Luis Potosí, Nuevo León, Hidalgo, Puebla, Tlaxcala, Estado de México, Ciudad de México, Morelos, Guerrero, Michoacán, Jalisco, Colima, Nayarit, Sinaloa, Sonora y Chihuahua.
Se estiman acumulados de 10-30 mm con puntuales de 70-100 mm en costas del Pacífico, la Huasteca y zonas montañosas.
El sábado, las precipitaciones se concentrarían en Sinaloa, Nayarit, Jalisco, Colima, Michoacán, Estado de México, Morelos, Tlaxcala, Puebla, Guerrero, Zacatecas, Oaxaca, Tabasco, Chiapas, Campeche, Yucatán y Quintana Roo con cantidades similares.
Durante el domingo se pueden incrementar los eventos localmente muy fuertes en Yucatán, Quintana Roo, Campeche, Chiapas, Puebla, Tlaxcala, Morelos, Ciudad de México, Estado de México, Oaxaca, Michoacán, Colima, Jalisco y Nayarit con cantidades de 70-150 mm, siendo menores en el resto del estado.
La llegada de estos dos fenómenos a costas mexicanas pueden dar como resultado un temporal lluvioso, no extremo, sobre varias entidades del país; es decir, la cantidad de lluvia puede ser superior a lo normal.
Las lluvias estarán acompañadas de descargas eléctricas, fuertes rachas de viento en zonas de tormenta y posible caída de granizo.
Asimismo, las lluvias desde el rango de fuertes a intensas, podrían reducir la visibilidad en tramos carreteros, ocasionar el incremento de ríos y arroyos, así como generar deslaves, inundaciones y encharcamientos.