LEYENDAS

Así sobrevivió un policía al feroz ataque de una bruja | FOTO Y VIDEO

En función de sus labores, un oficial tuvo un encuentro que lo marcó de por vida; esta es su historia

La bruja de Nuevo León
La bruja de Nuevo LeónCréditos: Especial
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Fue un 16 de enero del lejano 2004 cuando el Oficial de Policía Leonardo Samaniego en función de sus labores, recorría la colonia Valles de la Silla del municipio de Guadalupe, Nuevo León.

En su camino, el oficial ingresó a la calle Álamo del mencionado vecindario y se dio cuenta que un objeto cayó desde un árbol totalmente oscuro e irreconocible para sus ojos.

Tal fue su sorpresa al percatarse de que se trataba de una mujer anciana con ropajes negros que no tocaba el suelo con su andar, su terror aumento cuando noto que el espectro se acercaba hacia él.

Retrato real de la bruja

Leonardo Samaniego sintió tanto temor por ese ente oscuro que decidió, que en su desesperación y al tratar mantener el profesionalismo de su oficio, intento aluzarlo con los faros de su patrulla, antes de actuar, pero el esquivo ser huía la luz, ante tal oscuridad el policía pudo notar la mirada de esa espelúznate anciana.

Y lo reconoció ¡es una bruja!; se dio cuenta.

“Ella se escondía de la luz y cerraba los ojos, ojos negros”, contó Leonardo.

La anciana se abalanzo sobre la patrulla del policía y trataba de alcanzarlo.

Asustado y sin saber qué hacer ante tal situación el oficial pidió refuerzos, pero el pánico lo rebasó y se desmayó.

 “Comenzó a acercarse y yo a retroceder, cuando llegué a la esquina de la calle vi cómo se estrelló contra el parabrisas, otro oficial me despertó y me dicen que ella me golpeó tres veces”. comentó.

Al estar inconsciente el ser golpeó tres veces a Leonardo, quien recién en ese momento recibió ayuda por otros elementos de seguridad.

Al escuchar lo sucedido y notar el estado su compañero los oficiales llamaron una ambulancia para que atendiera a su compañero.

La historia aún no termina puesto que el oficial Leonardo Samaniego fue sometido a exámenes toxicológicos y psicológicos para valor su estado, pero tal fue la sorpresa que los resultados obtenidos no arrojaban nada fuera de lo normal.

“Todas las noches sigo soñando con esos ojos, puedo ver su mirada y su cara, su mirada era profunda, luego ya despierto sudando y llorando”, indicó el policía.