Uno de los planes familiares con mayor popularidad en México es reunirse para preparar carne asada. El cocinar de este modo se ha vuelto un auténtico arte, por lo que mucha gente puede tener dudas sobre cuál carne es la más idónea para ponerla a la parrilla de carbón. Te dejamos algunos de los mejores cortes junto a complementos ideales:
- Tomahawk: Es un corte que se desprende de las costillas. Ya en su versión comercial se ve como un centro de carne junto a un extendido hueso. Es jugoso y puede pesar hasta 800 gramos; se recomienda ponerlo al fuego sin retirar el hueso.
- T-Bone: Nombrado de este modo debido a que el hueso en su interior es similar a la letra T, es uno de los más pedidos. Este viene de la parte inferior del lomo de res y lo que lo distingue es que puede combinar texturas.
- New York: Esta pieza es suave, muy jugosa y no tiene ningún hueso, lo cual da una sensación ligera. Si es previamente marinada, el corte absorberá todo el sabor.
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- Solomillo: Es un músculo que en el animal no es muy ocupado, por lo que tiende a ser muy suave. Es algo grueso a comparación de otras presentaciones, pero por su sabor, es uno de los más solicitados.
- Rib Eye: Un clásico de las parrilladas. Al igual que el New York, no posee hueso, pero sí contiene grasa natural, lo cual le da un sabor muy presente en el paladar del comensal.
Aunque por sí los cortes de carne hacen gran parte de la experiencia, existen algunos complementos que mejoran notablemente la degustación. Como paso previo, se puede optar por sal y pimienta, pero hierbas aromáticas como la albahaca, laurel, romero y tomillo son solo algunas de las predilectas de los chefs por sus aromas e impresión al paladar.
Por último, las guarniciones. Más allá de aportar una comida más balanceada, su sabores pueden exaltar la delicia de la carne. Las brochetas de verduras, con champiñón, cebollitas, pimientos y papa son excelentes aliados, al igual que la cebolla al horno, incluso caramelizada.