Sin duda Nuevo Laredo tiene múltiples leyendas de terror que dejarían a cualquier persona helada. Ya lo hemos visto con el Diablo en el Silverado, o la Casona del Canal 2, y ahora veremos la macabra historia del payaso de la Colonia Madero.
Según cuentan, en 1980 se instaló un circo en dicha zona de Nuevo Laredo, ganando gran popularidad y éxito entre los colonos. Día a día los artistas circenses eran aclamados, haciéndose incluso filas enormes para poder entrar y ver su espectáculo.
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Un día, uno de los payasos, molesto por su poca participación en los shows, y por ende pocas ganancias, decidió robarse todas las ganancias de ese día y emprender la huida. Lamentablemente para su mala suerte, fue atrapado por los empleados, quienes lo castigaron agarrándolo a golpes.
Fue tal la paliza que nada se pudo hacer por el payaso ladrón, quien murió en las instalaciones. Temiendo por la clausura del circo, todos concordaron en aventar su cuerpo en la Colonia Madero, inventando que había sido víctima de la delincuencia en el lugar.
Desde entonces, vecinos de la ciudad aseguran que, al pasar con el auto por esta colonia por la madrugada, el vehículo se apaga y deja ver en la oscuridad el rostro del payaso, con una mirada triste, pero con una sonrisa siniestra que espantaría a cualquiera.
Cuenta la leyenda que el payaso solo te observa y se va, pero algunas veces se queda para regalarte un globo: si es rojo significa que no hay peligro, pues está feliz en ese momento; pero si es azul, significa que está triste, pues le recuerdas a las personas que lo asesinaron y tu muerte está muy cerca.
La única manera de escapar es salir corriendo, sin mirar atrás, así lograrás salvarte del payaso de la Colonia Madero.