Una de las leyendas urbanas de Nuevo Laredo que resurgen durante esta época de Halloween es la de la supuesta aparición del diablo en el Silverado Rodeo, un popular centro nocturno de la localidad.
El establecimiento ubicado sobre la Carretera Nacional, a las orillas del Laguito, era el sitio favorito de locales y visitantes para sacar los mejores 'pasos prohibidos'.
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Cada fin de semana, los neolaredenses se reunían en el lugar hasta altas horas de la noche para sacarle brillo a la pista del Silverado al ritmo de la música regional. Una noche todo cambió en el sitio, pues cientos fueron testigos de una situación paranormal.
La aparición del diablo en el Silverado Rodeo de Nuevo Laredo
Cuenta la historia que allá, por los años 90, bajando de una limusina blanca, llegó un apuesto y misterioso vaquero llegó al Silverado Rodeo de Nuevo Laredo, llamando la atención de todos los presentes, no solo por su lujoso automóvil, sino por su porte y galanura.
Durante la noche, el misterioso vaquero se paseó por el sitio, robando miradas de los curiosos y presumiendo sus mejores pasos con las chicas a quienes invitaba a bailar sobre la pista.
El misterioso sujeto provocaba el deseo de las mujeres y la envidia de muchos de los varones que se encontraban presentes, pues era claro que se había vuelto el centro de la atención de la noche.
Llegó el momento en el que el hombre, quien era acompañado por dos hermosas mujeres, quería demostrar sus habilidades en el tradicional concurso del toro mecánico, mientras las féminas le aplaudían y se agasajaban con su apuesta figura y sonrisa, así como su elegante manera de dominar la atracción mecánica.
Esta atracción mecánica era una de las más esperadas de la noche, pues quienes lograban mantenerse sobre el toro, ganaban atractivos premios, sin embargo, pocos lograban la hazaña.
Pasaban los minutos y ante el rostro sorprendido de la multitud, el guapo vaquero del Silverado consiguió mantenerse montado del toro mecánico, pese a que el juego se encontraba a toda potencia.
El misterioso vaquero del Silverado era el diablo
En el momento menos esperado, una de las botas que portaba el vaquero del Silverado, salió disparada y cayó sobre una de las mesas, pero esto no pareció importarle al hombre, que continuó en la dinámica de montar el toro mecánico.
Acto seguido, se escuchó el grito de una mujer despavorida, quien solo apuntaba hacia el pie del misterioso hombre. Para sorpresa de todos, donde debería estar su extremidad, tenía una pata de animal, similar a la de una cabra o cerdo, lo que provocó el horror entre los presentes.
"¡Es el diablo!", gritaron algunos, mientras que otros, presas del pánico y en estampida humana, corrían hacia la salida del Silverado, pues del toro mecánico comenzó a salir humo blanco con un olor semejante al del azufre. Muchas personas resultaron lesionadas durante la estampida y mesas y sillas fueron destruidas.
Los cuerpos de emergencia se dirigieron al Silverado Rodeo, pero al entrar a revisar, ya no encontraron al 'diablo' que había sembrado el terror entre los presentes.
Según la leyenda urbana de Nuevo Laredo, al revisar las instalaciones, ya no vieron rastro del vaquero, sin embargo, encontraron un lujoso sombrero con acabados en oro y la leyenda "666" grabada en una placa.
La historia de la aparición del diablo en el Silverado Rodeo, catapultó a la fama al centro nocturno, pues rápidamente se expandió por toda la región, convirtiéndose en una leyenda urbana de Nuevo Laredo.