Por su forma tecnológica, práctica y característica opción de sabores, los cigarrillos electrónicos son una tendencia actual, pero su uso podría generar riesgos a la salud, por ello la Comisión Federal para la Protección contra Riesgos Sanitarios (Cofepris) declaró en México alerta sanitaria máxima por los riesgos a la salud que representan los vapeadores en todas sus modalidades.
A través del primer comunicado, las autoridades sanitarias advirtieron sobre los posibles graves daños a la salud ocasionados por estos productos.
Aseguraron que la inhalación de un excipiente frecuentemente encontrado en dispositivos de vapeo denominado acetato de vitamina E constituye un riesgo alto para la salud al tratarse de una sustancia tóxica que puede ocasionar enfermedades respiratorias agudas e incluso la muerte.
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Señalaron que a pesar de que los cigarros electrónicos (E-cig o vaporizadores) y los productos de tabaco calentado son promovidos como una alternativa para dejar de fumar; su eficacia no ha sido comprobada.
En cambio, sus derivados de compuestos carcinógenos, sustancias tóxicas y emisiones en forma de aerosol representan un grave riesgo para quienes los consumen.
“Un estudio realizado y compartido a la autoridad sanitaria por el Centro de Prevención y Control de Enfermedades de Estados Unidos mostró la presencia de acetato de vitamina E en más de 35 muestras de personas fallecidas que consumían dispositivos de vapeo como cigarros electrónicos”, afirmó la Cofepris en el comunicado.
Por esta razón, la Cofepris determinó que este riesgo es de alta prioridad para proteger la salud de las personas, por lo que anunció “tres acciones contundentes” para prevenir daños a la salud por esta causa:
- Fortalecer las acciones de vigilancia sanitaria, incrementando el número de visitas de verificación y aseguramientos de dispositivos.
- Reforzamiento de la capacitación de autoridades sanitarias de las entidades federativas sobre control sanitario de este tipo de productos.
- Implementación de la Jornada Nacional de Denuncia Sanitaria enfocada en promover la vigilancia y los reportes ciudadanos sobre máquinas expendedoras y puntos de venta que comercialicen estos productos.
Finalmente, sentenciaron que ningún vapeador o calentador de tabaco cuenta con autorización sanitaria.