Derivado de la demanda genuina de la ciudadanía por establecer en el país un sistema electoral acorde con la realidad política y a los principios de austeridad impulsados por la administración que encabeza el presidente Andrés Manuel López Obrador, se debe abrir el debate y el análisis con la finalidad de aprobar la reforma electoral que fortalezca el ejercicio democrático en México.
La mayoría de las y los mexicanos está a favor de un aparato electoral que brinde certeza y confianza, sea eficiente y eficaz, cuente con árbitros imparciales y no sea oneroso, es decir, que ahorre millones de pesos al reducir la burocracia partidista.
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La mayoría de los mexicanos está a favor de la reforma electoral propuesta por el presidente, dijo Andrés Manuel López Obrador.
Dos de cada tres ciudadanos dicen estar de acuerdo o muy de acuerdo con la propuesta del Ejecutivo, de acuerdo con una encuesta de Enkoll .
La reducción del número de diputados y senadores es el punto más atractivo para la ciudadanía, un 83% de los encuestados respalda la medida.
Se ha señalado que es indispensable poner fin a cualquier actuación facciosa de los responsables de fungir como árbitros electorales, de ahí la necesidad que el organismo encargado en realizar los comicios en el país dependa de la ciudadanía y no de grupos con intereses particulares como sucede en la actualidad.
Otro aspecto fundamental de la misma, en caso de aprobarse la iniciativa en materia electoral que envió el titular del Poder Ejecutivo al Congreso de la Unión, es que se lograrían ahorros de casi 25 mil millones de pesos que podrían destinarse a apoyar programas para la población en condición de vulnerabilidad o impulsar obras de infraestructura.
Parte de ese ahorro se obtendría de la desaparición de los Organismos Públicos Locales Electorales, encargados de realizar los comicios en las entidades federativas, tareas que sin duda podría efectuar el nuevo INEC, lo que reduciría el aparato burocrático con el que ahora se cuenta.
La ciudadanía debe conocer a detalle los alcances de una reforma electoral que, tal y como la propone López Obrador, tiene como finalidad promover y alentar la participación de la ciudadanía en ejercicios democráticos.
Los 10 puntos clave
1.- No desaparece el INE, sino que cambia de nombre a INEC (Instituto Nacional Electoral y de Consultas), sin perder su carácter de autónomo.
2.- Reducción en el número de diputados: de 500 a 300 legisladores.
3.- Reducción en el número de senadores: de 128 a 96 legisladores.
4.- Los consejeros del INEC y los magistrados del TEPJF serán propuestos por los tres poderes de la Unión y elegidos mediante el voto popular en elecciones abiertas.
5.- Reducción en el número de consejeros del Instituto: de 11 a 7 funcionarios.
6.- Financiamiento público a partidos políticos sólo para campañas electorales (que se refleja directamente en un menor presupuesto recibido).
7.- Reducción al tiempo de propaganda política diaria en radio y televisión a 30 minutos.
8.- Disminución en la participación necesaria en una consulta popular para que sea vinculante: del 40 al 30%.
9.- Eliminación de los organismos electorales estatales.
10.- Implementación del voto electrónico.