Rocío Aguilar Zamarripa, senderista regiomontana, desapareció el domingo pasado mientras realizaba un recorrido por la Sierra de la Martha con su familia, por un momento se separó del grupo, tomó algunas fotografías y videos del paisaje, las publicó en redes sociales y desapareció sin dejar rastro.
Tras cinco días de su desaparición, Rocío fue encontrada sin vida, su cuerpo estaba al fondo del el cañón "El tragadero", en Rayones, Nuevo León, aproximadamente a 12 kilómetros de la última vez que se le vio con vida.
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Últimas señales
La senderista regiomontana desapareció alrededor de las 8:00 de la mañana y unos minutos antes realizó una serie de publicaciones en Facebook; flores, árboles y un sendero adornaban la fresca mañana en lo que parecía ser un día perfecto, una imagen que cautivó a la mujer de 57 años y que compartió con sus amigos.
Lo que más llama a la atención, fue la última trasmisión en vivo que Aguilar realizó, en donde sin decir palabra alguna, con una respiración notablemente agitada por la caminata, compartió unos segundos del paisaje, sin decir palabra alguna, capturó lo un fragmento de su último paseo.
Los videos y fotografías han despertado conspiración entre los usuarios, quienes argumentan que en dichas fotografías y videos se pueden apreciar ojos de animales, e incluso señalan que; Rocío quería dejar registro antes de perder la batería de su teléfono al sentirse perdida. Una pregunta que quedará sin responderse.
La búsqueda de la senderista perdida inició de inmediato, participaron alrededor de 150 personas; una búsqueda que concluyó el día de hoy con la localización de su cuerpo, que fue encontrado por un lugareño, quien alertó a las autoridades.
Tras el hallazgo de Rocío, las autoridades pudieron confirmar que la mujer falleció al caer del cañón "El tragadero" el mismo día de su desaparición.