“De oídas”, Susana Acosta con la llamada viva en el sistema 911, pudo guiar a los paramédicos del Condado de Webb a una vivienda rural en Peñitas, ranchería alejada de la mancha urbana, al noroeste de Laredo.
Tenían que salvar a una mujer severamente convulsionada, tanto que quedó sin sentido, pues soltó el celular y dejó la llamada activa. Se hizo el gran silencio, una quietud impactante, pero ese sosiego no paralizó a Susana, sino que ella le sacó partida a la situación.
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La telecomunicadora del sistema de emergencias 911, no sabía qué situación vivía la mujer, pero entendía que la mujer podía morir, algo había ocasionado que dejara el teléfono; tenía que actuar con rapidez.
Entonces, Susana fue dirigiendo a los socorristas, por el grado sonoro del ulular de la sirena de su ambulancia.
“Tal vez epilepsia, pero el caso es que todo quedó en silencio y yo tenía abierta la llamada, les dije a los paramédicos que fueran a una casa en Peñitas, era una casa de color verde, fue todo lo que me alcanzó a decir la señora antes de perder el sentido o comunicación con ella, desmayó y dejó tirado el teléfono, debido a las fuertes convulsiones”, detalló la joven con cinco años como telecomunicadora en el Departamento del Sheriff del Condado de Webb.
La telecomunicadora fue dirigiendo a los socorristas, el tiempo apremiaba, porque en las llamadas al 911, cada segundo cuenta, para salvar una vida.