El gobierno de Estados Unidos celebró la confesión de culpabilidad de Joaquín Guzmán López, pero dejó claro que su ofensiva no termina ahí, pues ahora apuntan directamente a Iván Archivaldo y Jesús Alfredo Guzmán Salazar, los dos Chapitos que, aseguran, siguen al frente del Cártel de Sinaloa.
Adam Gordon, fiscal del Distrito Sur de California, fue contundente: “Dos cayeron. Nos faltan dos”, dijo en referencia a Joaquín Guzmán López y Ovidio Guzmán. La postura fue acompañada también por Terrence Cole, jefe de la DEA, quien afirmó que continuarán persiguiendo a los líderes del cártel.
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La fiscal general de Estados Unidos, Pamela Bondi, calificó la declaración de culpabilidad de Guzmán López como una “gran victoria contra el Cártel de Sinaloa”. Aseguró que la organizaci??n es una “entidad terrorista” responsable de destruir familias estadounidenses a través de violencia y narcotráfico. Según Bondi, el fallo en la corte federal de Chicago representa un paso dentro de una estrategia más amplia para desmantelar estas estructuras criminales.
Cole, por su parte, señaló que bajo el liderazgo de Los Chapitos, el cártel ha alimentado la crisis de drogas más letal en la historia del país, y definió la confesión como “otro golpe a sus operaciones despiadadas”.
La declaración de culpabilidad
Joaquín Guzmán López admitió un cargo de conspiración para tráfico de drogas y otro por participar en una empresa delictiva continua, las autoridades lo señalan como uno de los líderes de la facción de Los Chapitos, responsable de inundar Estados Unidos con fentanilo, heroína y cocaína.
Un punto clave de su declaración fue la admisión de haber coordinado el secuestro internacional de Ismael “El Mayo” Zambada. Guzmán López confesó que la operación se llevó a cabo buscando obtener un supuesto “crédito de cooperación” con las autoridades estadounidenses, algo que los fiscales rechazaron por completo, dejando claro que Washington nunca solicitó ni aprobó ese acto.
Traición
Durante la audiencia, Guzmán López reconoció que el Gobierno de Estados Unidos nunca avaló la entrega del Mayo, confirmando así una traición interna que expuso la ruptura entre La Chapiza y La Mayiza.
La audiencia también reveló que Guzmán López es testigo colaborador, lo que podría reducir su sentencia, aun así, sin ese beneficio, podría enfrentar cadena perpetua. De obtenerlo, tendría una condena mínima de diez años; su regreso a corte quedó programado para el 1 de junio de 2026.
Con esto, Joaquín Guzmán López se convierte en el segundo hijo del Chapo en llegar a un acuerdo con las autoridades estadounidenses, luego de la declaración de culpabilidad de Ovidio en el mismo tribunal.
El Mayo Zambada, por su parte, también se declaró culpable en agosto por cargos de narcotráfico, lavado de dinero y uso de armas.
