En semanas pasadas, se ha hablado de las tormentas solares. Causas, consecuencias, efectos y más fueron discutidos, pero dentro de esos tópicos resaltó uno en particular: el Evento Carrington. ¿Qué es y por qué es tan importante? Te contamos. También te puede interesar: así se producen las auroras boreales.
Las tormentas solares o geomagnéticas son un fenómeno que sucede cuando el Sol desprende una cantidad mayúscula de partículas cargadas. Estas toman rumbo hacia la Tierra y entran en efecto con el campo magnético terrestre.
Este hecho genera auroras boreales, pero también puede desatar fallas en los sistemas de navegación, comunicación y electricidad. La tormenta que recién experimentó el planeta fue una de moderada a fuerte intensidad. Si se tiene que hablar de la más potente, se debe hablar del Evento Carrington.
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Entre agosto y septiembre de 1859, el Sol tuvo un año de altísima actividad, desprendiendo un sinnúmero de partículas hacia la Tierra. Fue el astrónomo inglés Richard Carrington quien se percató de la explosión de luz blanca que tuvo el astro.
Esas moléculas entraron en contacto con el campo magnético del planeta. A diferencia de lo experimentado en este año, diversas ciudades en el mundo experimentaron auroras boreales: desde Madrid hasta Chile, de La Habana hasta Roma pasando por Panamá y hasta en Australia y Colombia.
Esas fueron las consecuencias ‘agradables’, pues en lo negativo estuvo la caída de líneas telegráficas a lo largo del mundo. El sistema tuvo una falla en general de 14 horas en Europa y Estados Unidos.
Otro efecto bastante impresionante fue que la noche ‘desapareció’ en ciertas regiones. Según periódicos de la época, ciudades como Missouri tenían luz natural incluso pasadas horas de la madrugada; cientos de personas perdieron la noción del tiempo.
¿Hay posibilidad de que pase nuevamente?
Si bien hubo consecuencias destacadas en el Evento Carrington, no serían nada comparadas a lo que ocurría en la actualidad. Sin embargo, de momento, no existe una posibilidad visible para que ocurra una tormenta solar de la magnitud ocurrida en el siglo XIX.