No todos los tratamientos de quimioterapia contra el cáncer provocan la pérdida del cabello, pero para muchos pacientes, esto puede llegar ser una experiencia emocionalmente devastadora.
Una opción que está ganando popularidad para mitigar este efecto es el uso de gorros refrigerantes o cascos fríos.
¿Qué son los cascos fríos?
Estos gorros son dispositivos llenos de un gel o líquido frío que se colocan en la cabeza del paciente antes, durante y después de la quimioterapia.
Te podría interesar
Funcionan enfriando el cuero cabelludo, lo que reduce el flujo sanguíneo y, por ende, la cantidad de quimioterapia que llega a los folículos pilosos. Al recibir menos quimioterapia, es menos probable que el cabello se caiga.
¿Cómo se usan?
Para que sean efectivos, los gorros refrigerantes deben usarse durante cada sesión de quimioterapia, comenzando aproximadamente 30 a 50 minutos antes de la infusión del medicamento y continuando durante toda la sesión, así como un tiempo adicional después, que puede variar dependiendo del tipo de quimioterapia y del gorro utilizado.
En total, un paciente podría tener que usar el gorro por hasta cinco horas más la duración de su tratamiento.
¿Son efectivos?
La eficacia de estos gorros varía según el tipo de quimioterapia. Por ejemplo, estudios han demostrado que para pacientes tratados con taxanos, como el paclitaxel (Taxol) o el docetaxel (Taxotere), la retención del cabello puede ser muy alta, incluso del 100% en algunos casos.
Sin embargo, para aquellos tratados con antraciclinas, como la doxorrubicina (Adriamicina), la efectividad puede ser menor, alrededor del 20%.
¿Cuáles son los posibles efectos secundarios?
El uso de gorros refrigerantes no está exento de inconvenientes. Los pacientes pueden experimentar dolor por la temperatura baja, sensación general de frío que requiere ropa abrigada, claustrofobia, migrañas y malestar por el ajuste del gorro. Es importante hablar con el médico sobre cómo manejar estos efectos secundarios.
Cuidado del cabello durante el tratamiento
Los pacientes que usan gorros refrigerantes deben tener un cuidado especial con su cabello. Se recomienda:
- No usar secadora, rulos calientes ni planchas.
- Lavarse el cabello solo cada tres días con agua fría y un champú suave.
- Evitar colorear el cabello hasta tres meses después de finalizar la quimioterapia.
- Peinar y cepillar el cabello suavemente.
Disponibilidad y costo
Actualmente, los sistemas de enfriamiento del cuero cabelludo DigniCap y Paxman están aprobados por la FDA en Estados Unidos. Sin embargo, no todos los centros médicos los ofrecen.
El costo promedio de alquilar estos dispositivos es de aproximadamente 425 dólares al mes, y generalmente no están cubiertos por el seguro. Organizaciones como el Proyecto Rapunzel y la Fundación Hair to Stay ofrecen ayuda financiera para los pacientes que deseen usar esta tecnología.
Si un paciente está interesado en usar gorros refrigerantes y aún no ha comenzado su quimioterapia, puede hablar con su oncólogo para determinar si es un buen candidato. Este enfoque puede ofrecer una forma de conservar el cabello durante el tratamiento, proporcionando un alivio emocional significativo durante un momento tan difícil.