La presencia de una víbora en casa o jardín se intensifica con forma, avanza la primavera y más en lugares donde la vivienda tiene terrenos solos o montes colindantes, para muchas personas podría ser un terror encontrarse con el reptil, pero hay que mantener la calma, pues no todas son peligrosas por lo que aquí te diremos como diferenciarlas.
Para que una víbora venenosa se pueda identificar no es tan fácil, pero hay ciertas características anatómicas y de comportamiento que pueden diferenciar a las especies, pero ante la presencia de un reptil de estos hay que mantener distancias.
Con la ola de calor las víboras buscan un refugio y en algunas ocasiones sin que ellas lo sepan terminan en nuestro hogar y más si tenemos cosas acumuladas en algunos rincones o en lugares que no movemos en el patio.
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¿Cómo saber si una víbora es venenosa?
Según el Instituto Butantan en Brasil, quien es el mayor productor de vacunas y sueros contra venenos de animales ponzoñosos, la característica más conocida es observar la forma de la cabeza. Los expertos en toxinas bacterianas y algunos tipos de virus también hay que observar el comportamiento del reptil.
Siendo realistas, también sería complicado observar las diferencias de la cabeza teniendo una víbora de frente y es que a veces los nervios nos pueden traicionar y no nos dejaría ver con claridad.
Tres características anatómicas se repiten en las víboras venenosas:
- Las escamas de las víboras venenosas son alargadas, puntiagudas y provocan una sensación áspera al tacto;
- Una víbora venenosa tiene la cabeza triangular, bien separada del cuerpo (a excepción de las serpientes coral);
- Los ojos de las víboras venenosas tienen una pupila hendida verticalmente.
Además, también es importante saber que muchas víboras venenosas se mueven más por la noche, además.
También en situaciones de amenaza, cuando una víbora no venenosa se encuentra con humanos, por ejemplo, tienden a huir, mientras que las venenosas se enroscan y se preparan para atacar.
Para estar a salvo de una víbora lo mejor es mantenerse alejado de ellas y en caso de tener la mala suerte de ser mordido, lo mejor será acudir al médico inmediatamente y recordar las características del reptil para que en el hospital sepan cuál medicamento proporcionar ante el ataque.