Panhandle, Texas enfrenta una crisis catastrófica de incendios forestales mientras múltiples fuegos, impulsados por fuertes vientos y alimentados por condiciones secas, arrasan la región, dejando un rastro de destrucción en pequeñas ciudades y ranchos.
Entre los incendios forestales, el incendio Smokehouse Creek ha surgido como uno de los más grandes en la historia del estado, expandiéndose a más de mil 300 millas cuadradas y cruzando partes de la vecina Oklahoma. Hasta ahora, los esfuerzos de contención solo han alcanzado el 3%, según el Servicio Forestal de Texas A&M.
Incendio forestal en Texas
Las autoridades han emitido advertencias sobre el extenso daño que estos incendios podrían infligir a las comunidades de las tierras altas. "Creo que el fuego crecerá antes de que se contenga por completo", declaró Nim Kidd, jefe de la División de Manejo de Emergencias de Texas.
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Aunque hasta el momento no se han reportado muertes ni lesiones, se espera que el impacto en la propiedad y el ganado sea significativo.
Los residentes han relatado experiencias escalofriantes de huir de las llamas que avanzan rápidamente, con el humo espeso obstaculizando la visibilidad y dejando paisajes que se asemejan a "paisajes lunares", según lo descrito por el Coordinador de Manejo de Emergencias del Condado de Hemphill, Bill Kendall.
En la ciudad de Canadian, Texas, aproximadamente 40 hogares fueron consumidos por ese infierno, mientras que en los campos cercanos se observaba la sombría vista de cientos de ganado muerto.
Exacerbando aún más la situación, la ciudad de Fritch, aún recuperándose de un incendio devastador en 2014, enfrenta una destrucción renovada mientras los incendios forestales continúan ardiendo. Deidra Thomas, portavoz de la Oficina de Manejo de Emergencias del Condado de Hutchinson, comparó la escena con la del aftermath de un tornado.
La causa exacta de los incendios aún se desconoce, aunque las autoridades señalan una combinación de fuertes vientos, vegetación seca y temperaturas inusualmente cálidas como factores contribuyentes. Se han emitido órdenes de evacuación para varias ciudades, con funcionarios instando a los residentes a obedecer las advertencias y priorizar la seguridad.
El gobernador republicano Greg Abbott ha declarado un desastre en 60 condados, subrayando la gravedad de la situación. Si bien los pronósticos del tiempo ofrecen una luz de esperanza con temperaturas más frescas y la posibilidad de lluvia, la naturaleza impredecible de los incendios forestales continúa planteando desafíos para los bomberos.
Mientras las comunidades afectadas se preparan para los días por venir, la resiliencia y solidaridad de los residentes brillan, con esfuerzos en marcha para apoyar a quienes han sido afectados por la devastación. A pesar de los inmensos desafíos por delante, las autoridades enfatizan la importancia de permanecer vigilantes y preparados frente a esta crisis en curso.