Las víboras de cascabel son una de las especies de serpientes más venenosas del continente americano, pues la sustancia que segregan a través de sus colmillos pueden ser mortales si no se tratan a tiempo.
Por naturaleza, las serpientes de cascabel no son agresivas, suelen ser tímidas y huir de los humanos, pero en algunos casos estas atacan al sentirse amenazadas o al ser manipuladas, aumentando su peligrosidad, dada la capacidad de su veneno.
El veneno de las serpientes de cascabel posee propiedades neurotóxicas, nefrotóxicas, hemolíticas y miotóxicas, lo que quiere decir que afecta las funciones neurológicas, sanguinosa, daño renal o en los riñones y en los músculos.
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Su mordedura causa sensaciones de hormigueo y dolor al instante, añadiendo malestares a la reacción de la inoculación del veneno como visión borrosa, dificultad para hablar y respirar, dolor muscular generalizado, vómitos, sensación de sueño y en algunos casos coloración de orina oscura.
¿Qué tan peligrosa es la mordedura de una serpiente de cascabel?
Si bien las personas pueden salvarse pese a la agresividad del veneno de las serpientes, si se reacciona a tiempo, pero algunas no podrían correr con la misma suerte.
Bebés, niños, adultos mayores o personas con padecimientos que los mantengan débiles, pueden ser víctimas mortales dadas las circunstancias adversas a las que se enfrentan al ser envenenados, por lo que se recomienda tener especial cuidado con este grupo, ya que es vulnerable.
¿Cuál es la víbora de cascabel más venenosa?
De entre estos ejemplares se destaca a las Crotalus basiliscus, scutulatus y durissus, como las más venenosas de su especie.
Estas son conocidas como cascabel de la costa oeste mexicana, cascabel de Mojave y cascabel sudamericana, respectivamente.