La región que abarca los límites entre Díaz Ordaz y Camargo enfrenta una inquietante proliferación de víboras de cascabel, especialmente activa en estas fechas de transición climática.
Estos reptiles, que comúnmente evitan el contacto humano, han sido vistos con mayor frecuencia debido al leve descenso de las temperaturas que alteran sus hábitats naturales.
Plaga de víboras de cascabel en Tamaulipas
Las víboras de cascabel suelen hibernar en refugios subterráneos como madrigueras abandonadas, raíces de árboles o grietas en el suelo.
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Este comportamiento les permite reducir su actividad metabólica durante el invierno, conservando energía hasta la llegada de la primavera.
Sin embargo, al salir de sus escondites para buscar refugio en lugares cálidos, a menudo se acercan a zonas habitadas, incrementando el riesgo de encuentros fortuitos.
El caso más reciente ocurrió en San Fernando, Tamaulipas, donde un hombre fue atacado por una serpiente que se había escondido en su hogar. El incidente ocurrió cuando, sin darse cuenta, el residente la pisó al realizar labores domésticas.
Este hecho, sumado al incremento de avistamientos en viviendas y áreas urbanas, genera preocupación entre los habitantes de la región.
Ofidios buscan sitios oscuros
Expertos en ofidios explicaron que estos reptiles buscan sitios oscuros y tranquilos como macetas, llantas o electrodomésticos olvidados. Según el Departamento de Pesca y Vida Silvestre de California, la mayoría de las mordeduras ocurre entre abril y octubre, cuando tanto humanos como serpientes están más activos al aire libre.
Aunque las mordeduras de cascabel son raras, el riesgo aumenta si las serpientes se sienten amenazadas. Las autoridades locales hacen un llamado a la población para extremar precauciones y mantenerse alerta.
Se recomienda evitar caminar descalzo en áreas cercanas a la vegetación, revisar minuciosamente los espacios oscuros del hogar y acudir de inmediato al médico en caso de cualquier accidente con estos reptiles.