Colombia intentará controlar su población de más de 169 hipopótamos, descendientes de animales traídos ilegalmente a Colombia por el fallecido narcotraficante Pablo Escobar en la década de 1980, mediante la esterilización quirúrgica, el traslado de hipopótamos a otros países y posiblemente la eutanasia, dijo el gobierno el jueves.
El narcotraficante trajo algunos ejemplares a Colombia a finales de los años 1980. Pero después de su muerte en 1993, los populares "hipopótamos de la cocaína" quedaron vagando libremente y desde esa día las autoridades ambientales no han podido hacer nada para frenar su multiplicación.
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Los hipopótamos de Pablo Escobar
Los hipopótamos, que se extendieron desde la finca de Escobar hasta los ríos cercanos donde se reprodujeron sin control, no tienen depredadores naturales en Colombia y han sido declarados una especie invasora que podría alterar el ecosistema.
Las autoridades estiman que hay 169 ejemplares en Colombia, especialmente en la cuenca del río Magdalena, y que si no se toman medidas, podrían llegar a ser más de mil en diez años.
Los hipopótamos, descendientes de una pequeña manada introducida por el narcotraficante Pablo Escobar, son vistos en estado salvaje en un lago cerca del parque temático Hacienda Nápoles, que alguna vez fue el zoológico privado de Escobar, en Doradal, Departamento de Antioquia, Colombia.
La ministra de Medio Ambiente, Susana Muhamad, dijo que la primera etapa del plan será la esterilización quirúrgica de 40 hipopótamos por año y comenzará la próxima semana.
El procedimiento es costoso, cada esterilización cuesta alrededor de 170 mil pesos mexicanos y entraña riesgos para el hipopótamo, incluidas reacciones alérgicas a la anestesia o la muerte, así como riesgos para el personal de salud animal, según el ministerio.
Los mamíferos están dispersos en un área grande, son territoriales y a menudo agresivos.
Los expertos dicen que la esterilización por sí sola no es suficiente para controlar el crecimiento de las especies invasoras, por lo que el gobierno está organizando el posible traslado de hipopótamos a otros países. Pero el costo de deportar a los hipopótamos también es elevado: se estima en 3.5 millones de dólares.
Funcionarios colombianos se han puesto en contacto con las autoridades de México, India y Filipinas y están evaluando enviar 60 hipopótamos a la India.
Estamos trabajando en el protocolo para la exportación de los animales. No vamos a exportar ni un solo animal si no hay autorización de la autoridad ambiental del otro país
Como último recurso para controlar a la población, el ministerio están pensando en la eutanasia.
Un grupo de estpa animales marinos fue llevado en la década de 1980 a la Hacienda Nápoles, el zoológico privado de Escobar que se convirtió en una atracción turística tras su muerte en 1993. La mayoría de los animales viven libremente en los ríos y se reproducen sin freno.
Los residentes del cercano Puerto Triunfo se han acostumbrado a que deambulan libremente por la ciudad.
Los científicos advierten que el excremento de los hipopótamos cambian la composición de los ríos y podrían afectar el hábitat de los manatíes y los capibaras locales.
Debido a que los hipopótamos deambulan libremente, terminan matando peces y amenazando a especies endémicas como manatíes, nutrias y tortugas.
Debido a que aquí no tienen depredadores naturales, como los tendrían en África, la población está en auge y está afectando el ecosistema local. Al ser animales tan grandes, consumen cantidades considerables de pastizales y producen importantes desechos, que luego envenenan los ríos
Estos mamímeros también representan un peligro para los humanos. Si bien la mayor parte de la atención se ha centrado en el impacto en el ecosistema, los animales también han interactuado con los humanos.
Hace meses uno de los hipopótamos se apareció en el patio de una escuela en Doradal en presencia de alumnos y padres.
Hay unos 35 niños jugando que podrían acercarse a ellos y provocar una tragedia", dijo David Echeverri, funcionario de la autoridad ambiental local
"Si bien pueden parecer muy tranquilos, en cualquier momento, dado su comportamiento altamente impredecible, pueden atacar, como ha sucedido antes", mencionan especialista.
Si no hacemos nada, entonces esperamos tener miles de hipopótamos deambulando en el futuro
Cierto es que en Colombia ya no aguantan a los hipopótamos de Pablo Escobar. Por lo pronto aún no hay una respuesta por parte del gobierno mexicano.