RUMANIA.- Mexicanos que residían en Ucrania vivieron momentos angustiantes, durante la invasión por parte de Rusia a ese país. Un caso que ha dado la vuelta al mundo es el de Silvia Mercado y su pequeña hija Siret. La mujer, para evitar que la niña escuchara el estruendo de las bombas le cantaba melodías infantiles.
La mujer, originaria de Nayarit dejó Ucrania luego de radicar en ese país por varios años, junto con Dennis, su esposo decidió formar una familia. Pasaron cuatro días desde que salió de Járkov y llegar a Rumania.
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Desde el 24 de febrero que inició la invasión, Silvia y su familia ya no pudieron salir de la ciudad en la que radicaban, así que a través de redes sociales pedía ayuda para que pudieran salir del país. El Gobierno de México se movilizó y después se anunció que se encontraba segura.
"Toda esta experiencia ha sido una pesadilla, todavía el 23 de febrero fuimos a comer sushi después de tomarle la foto a mi niña para su pasaporte ucraniano, a las 5 de la mañana del 24 la niña lloró, yo pensé que quería comer y me levanté a prepararle, pero yo seguía escuchando algo, ya había rumores de una guerra, pero nadie lo creíamos o no lo esperábamos", dijo en entrevista.
"El 24 todavía mi esposo se fue a trabajar, llegó a las 8 y me dijo que lo que escuché habían sido bombardeos, pero que estaban en la frontera, que no estaban dejando pasar, que estaban contraatacando los ucranianos, que todo iba bien (...) Yo con la niña trataba de estar tranquila y en paz, pero cuando se dormía yo me quebraba".
Dijo que su esposo no quiso dejar a su madre de 73 años, por lo que decidió quedarse, le empacó ropa y víveres para la niña. Ella aseguró que mediante una tableta le mostraba a su papá a la niña, pues preguntaba por él.
Una mujer mexicana muy valiente relata que al radicar en Ucrania, cuando se escuchaban los bombazos ella le cantaba canciones infantiles a su bebé, para que la niña no creciera conociendo lo que es un estruendo de un misil.