Un error médico no solo puede costarle la licencia a un médico, también puede costarle la vida a su paciente. Así, un mal diagnóstico acabó con las esperanzas de una joven que padecía cáncer de cuello uterino: lo habían confundido con menopausia precoz.
Se trata de Lizzy Evans, una mujer de 27 años, quien se encontraba embarazada de su cuarto hijo cuando fue declarada como paciente de cáncer.
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Después de adelantar el parto, unas 8 semanas antes, inició sus tratamientos para erradicar los tumores de su cuerpo. Todo un tratamiento intensivo se llevó a cabo, quitando todo el cáncer que tenía en su cuerpo. Las cosas parecían ir bien.
Un año después, comenzó a sufrir dolores de espalda, hombro y cuello. Al acudir al médico, este reveló que sus síntomas eran resultado del tratamiento anterior, provocándole menopausia precoz.
"Fui a mi médico de cabecera con dolor de espalda, hombros, costillas y cuello, que se irradiaba por todo mi cuerpo, y el médico de cabecera lo atribuyó a dolor muscular debido a que estaba pasando por la menopausia por el tratamiento anterior que tenía".
Comenzó a consumir medicamentos para los síntomas, pero los dolores no cesaban.
Necesitó volver a otro hospital, donde el diagnostico fue desolador. Resulta que los dolores que tenía en toda su espalda eran producto del cáncer inicial, esparciéndose por pulmones, cerebro y columna vertebral.
"Descubrir que tenía cáncer en primer lugar fue un 'shock' y después todo salió bien, pensamos que podíamos seguir adelante con nuestras vidas y volver a la normalidad, pero entonces esto fue lo peor".
El cáncer había hecho metástasis. Se clasificó como etapa cuatro terminal y los síntomas solo son manejables, no curables.
Con un cuadro así, quedó desahuciada. Se dedicó a poner todo en orden, incluso casándose con su novio en casa de su madre. Con esto, se despidió de su nueva familia en abril de este año.
Un error médico puede costarte la vida, sobre todo si creen que tienes menopausia precoz. Un hecho sin duda lamentable.
JGR