Luego de meses en declaraciones y audiencias, por fin ha salido un veredicto. Derek Chauvin, ex agente de policía de Mineapolis ha sido condenado a 22 años y 6 meses de prisión por la muerte de George Floyd, un evento que desataría una de las manifestaciones más controversiales en lo que va de este nuevo siglo.
Se pedía una sentencia de 30 años de parte de los acusadores, quienes indicaron la agravante de "homicidio culposo" al saber que la maniobra utilizada para detener a George era mortal si se utilizaba de forma incorrecta.
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George Floyd fue detenido en marzo de 2020 saliendo de un supermercado, la detención se debió al uso ilegal de un billete falso para pagar una cajetilla de cigarrillos. Floyd se resistió al arresto.
Es ahí que Derek Chauvin tiró al suelo al hombre afroamericano, presionando su pierna izquierda sobre el cuello del acusado. Durante 9 minutos lo mantuvo en esa posición, a pesar de las advertencias del propio Floyd y la gente alrededor, que miraban la detención.
La muerte de George Floyd quedó grabada y fue rápidamente viralizada por las redes sociales, encendiendo el fuego de la indignación, que escaló en disturbios y marchas en contra de la violencia policiaca y el racismo que impera en Estados Unidos.
Los 12 integrantes del jurado deliberaron, y señalaron como culpable de homicidio involuntario al expolicía de Minneapolis.
Eric Nelson, abogado del acusado, pidió una nueva audiencia, argumentado que el juicio celebrado estaba enviciado por "amenazas" e "intimidaciones" hacia el jurado. Como parte de la defensa, alegó tener "presión mediática" por los temas raciales que se manejaban
Chauvin, se dirigió a la familia de Floyd, pidiéndoles perdón y con la lectura de la sentencia los familiares "obtuvieran algo de paz".
Así, el juicio y la sentencia de Derek Chauvin por la muerte de George Floyd cierra un capítulo más en la historia de Estados Unidos, un país que debe seguir trabajando para acabar con la discriminación y el racismo.
JGR