En los alrededores del Río Bravo existe un insecto que atemoriza con su apariencia, se trata de la Chinche acuática gigante o Chinche gigante de agua, un animal que aunque es inofensivo para los humanos, posee una de las picaduras más dolorosas que se pueden experimentar.
Estos insectos suelen vivir en áreas cercanas a los ríos, cuerpos de agua o bien en grandes encharcamientos, por ello es común que se encuentren en Nuevo Laredo, por su cercanía con el Río Bravo. Los avistamientos del insecto aumentan en las épocas de lluvias.
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Pueden llegar a medir hasta 10 centímetros, son conocidos por ser buenos cazadores, usualmente reposan en el fondo de charcos de agua, pantanos, ríos de cauce lento o charcos de lluvia donde esperan a que otros insectos crucen su camino para atacarlos con sus pinzas.
Estos animales pueden comer desde pequeños insectos hasta peces, sapos, tortugas o incluso ¡serpientes pequeñas!, su mayor arma son sus pinzas y su saliva.
Hay muchos datos curiosos sobre esta especie, pues es de los pocos animales en el que las hembras deben de competir y cortejar a los machos, pues la hembra predomina y se dedica a aparearse para después colocar sus huevecillos sobre el cuerpo del macho, que se dedica a su cuidado hasta el nacimiento.
Algunas de ellas, se comen los huevos de otras hembras, solo para que su potencial pareja cuide de sus crías.
Las chinches gigantes tienen una gran familia, pues existen cerca de 150 especies de chinches acuáticas distribuidas en todo el mundo, sobre todo en el sureste asiático y América del sur; en Norte de América puede encontrarse la especie Lethocerus americana.
Las chinches son necesarias para la estabilidad de los ecosistemas en los que habitan, ya que ayudan a conservar el equilibrio de la cadena trófica, depredan algunos animales y son el alimento de otras especies más grandes que en otras, incluido el ser humano que se los comen en el sureste asiático.