El café acompaña la rutina de millones de personas en todo el mundo, sus beneficios son ampliamente difundidos, pero especialistas insisten en que la clave no está en eliminarlo, sino en consumirlo con moderación y reconocer los límites del cuerpo, por ejemplo, el doctor Daniel López Rosetti recuerda que esta bebida aporta polifenoles, antioxidantes que ayudan a reducir el estrés oxidativo.
Investigaciones de la Harvard T.H. Chan School of Public Health señalan que un consumo moderado puede relacionarse con una menor incidencia de enfermedades cardiovasculares y metabólicas, como insuficiencia cardíaca y diabetes tipo 2. Además, la cafeína actúa sobre el sistema nervioso central, favorece la vigilia y contribuye al estado de alerta, por su parte, la Mayo Clinic coincide en que el café puede formar parte de un estilo de vida saludable siempre que se mantenga dentro de ciertos límites.
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La forma de preparación también influye. Harvard recomienda priorizar el café filtrado, ya que retiene diterpenos, sustancias que pueden elevar el colesterol. López Rosetti añade que el instantáneo contiene menos antioxidantes y, en ocasiones, aditivos; en cuanto a variedades, tanto arábica como robusta aportan antioxidantes, aunque difieren en la cantidad de cafeína.
Según la Administración de Alimentos y Medicamentos de Estados Unidos (FDA) y la Mayo Clinic, la dosis segura para adultos sanos es de hasta 400 miligramos de cafeína al día, equivalente a cuatro o cinco tazas de 236 mililitros.
En el embarazo, el Colegio Estadounidense de Obstetras y Ginecólogos recomienda no superar los 200 miligramos (una o dos tazas) y en adolescentes, el límite sugerido es de 100 miligramos diarios, siempre que no afecte el sueño.
La cafeína también está presente en té, mate, bebidas energéticas y algunos analgésicos, por lo que conviene calcular el consumo total. La FDA advierte que excederse puede causar nerviosismo, insomnio, palpitaciones, dolor de cabeza, reflujo y malestar digestivo. En casos extremos pueden presentarse vómitos, arritmias o convulsiones; ante señales como ritmo cardíaco acelerado o cansancio persistente, la recomendación es simple: reducir la ingesta.
Algunos grupos requieren mayor precaución: embarazadas, adolescentes y personas con enfermedades cardiovasculares, pues, para quienes viven con afecciones del corazón, la Mayo Clinic sugiere consultar a un profesional antes de consumir café, incluso en pequeñas cantidades.
Además es importante recordar que durante la lactancia, la cafeína puede pasar a la leche materna, por lo que conviene seguir indicaciones médicas.
