¿Té o café? Es uno de los debates que nunca han encontrado una respuesta, ¿cuál bebida es más sana? Por años se han juntado evidencias y éstas son las pruebas para poder elegir una sobre otra.
Los comerciales han ayudado a creer que el té es más saludable que el café. El primero está relacionado a personas sanas, incluso espirituales; la preparación con cafeína está relacionada a despertar, a tener energía y avivar los sentidos. Lo cierto es que en una balanza, el té es una alternativa que ofrece diversos beneficios, aunque no necesariamente lo hace superior al café. Las principales aportaciones de las infusiones son:
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No obstante, una taza de café también tiene valiosísimas aportaciones para nuestro organismo. Al igual que el té, es rico en antioxidantes y puede disminuir la aparición de diabetes, sobre todo la de tipo 2. Asimismo, mejora la memoria y reduce la probabilidad de tener una enfermedad degenerativa como lo es el Alzheimer. Por otro lado, el café está relacionado al despertar motriz, por lo que actividades como estar despierto o manejar son favorables con esta bebida caliente.
¿Una es mejor que otra?
La conclusión es que no. Cada opción ofrece lo suyo, pero ambas comparten que hacen bien a la salud y previenen enfermedades importantes. Como cualquier otra sustancia, es preferible tener moderación. Tanto para café como para té no se deben beber más de cuatro tazas al día.