ESPRON S. DE R.L. DE C.V. (antes Clínica San José) amaneció ayer bajo candado, luego que un grupo de más de 30 pacientes y sus familiares protestaron contra esta empresa por las paupérrimas condiciones en las que son atendidos, y sin decir más, personal les notificó que no tenían insumos para las sesiones de hemodiálisis, por lo que al denunciar esta “represalia”, seis horas después el personal de la clínica comenzó a llamar a ciertos pacientes, mientras que otros los citaron hasta el lunes.
Situación que complica su salud, pues esta alternativa es un tratamiento que ayuda a los pacientes renales a filtrar las toxinas y el agua de la sangre, función que antes hacían sus riñones, por lo que el no tenerlas implica muchas complicaciones a su salud, y en lo particular éstas rondan entre los 2 mil y 2 mil 500.
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"Nos hablaron para decirnos que no había material que no nos iba a dar las sesiones, que estaban suspendidas, las necesitamos para vivir, de por si nos hacen sus recortes, por ejemplo a mi esposo, hasta el lunes lo citaron y nos tocaban en la mañana, y esto nos afecta tanto a los que somos del ISSSTE como del IMSS”, expresó Tejeda.
Gaby Ramírez comentó que su madre estuvo ahí, y hace un par de años perdió la vida por esta causa, se contaminó, y la infección se les descontroló en el IMSS, pues al ser un servicio subrogado, cuenta con 20 máquinas, aunque no todas funcionan, sí la mayoría, mientras que en la Unidad de Medicina Familiar No. 76 del IMSS hay ocho máquinas, y el Hospital del IMSS sólo una para los más de 300 pacientes, y otros más del ISSSTE.
Tanto los familiares como los pacientes, lo que piden es tener una atención digna, de calidad y de respeto, personal de enfermería capacitado, como lo marca la norma de salud que debe de ser de seis meses, y contar con los insumos, no recortes o cambios imprevistos de sus sesiones, pues con un día que no la reciban es la muerte para ellos