Decenas de familiares y pacientes renales que reciben el servicio subrogado por parte del IMSS con hemodiálisis en ESPRON S. DE R.L. DE C.V. (antes Clínica San José), protestaron contra esta clínica por las malas condiciones en las que son atendidos, ya que al reutilizar los filtros han causado que muchos de los pacientes sean contagiados de sepsis, enfermedad que aseguraron, ha llevado a la muerte al menos 15 personas, en lo que va de este semestre.
Se manifestaron con pancartas con mensajes como “Queremos mejor atención para los pacientes”, “Queremos sesiones de hemodiálisis de calidad”.
“Por los que estamos, en memoria por los que ya no están, por todo el maltrato que nos dan, recortes de horario en nuestras sesiones, es por lo que hoy estamos aquí exigiendo una atención digna”, expresó San Juana Elizabeth Martínez, quien ayer fue dada de alta del IMSS tras 13 días de haber sido internada por infección en la sangre a causa de que el catéter se le contaminó mientras recibía su hemodiálisis en esta clínica.
Mencionó que el agua con la que les hacen las hemodiálisis es de pipas, y no de entubada, situación que médicos del IMSS saben y aseguran que ya son muchos pacientes contaminados, lo que se debe, según versiones de los afectados, a que las máquinas están contaminadas y esto afecta los filtros que son reutilizados, a pesar de que los doctores dan indicaciones de ser cambiados, y se cuestionan lo que manifiesta el personal que si quieren uno nuevo, deben pagar 400 pesos, cuando el servicio lo subroga el IMSS.
“Los asientos en los que nos tienen en las máquinas de hemodiálisis están rotos, son incómodos por esta situación, algunos no les sirve o no tienen descansapiés y nos colocan botes de basura; sin previo aviso nos recortan las sesiones, o no las suspenden”, manifestó la afectada.
“Sólo nos cambian el filtro cuando ya presentamos fiebre, escalofríos y náuseas. Nosotros hemos sido testigos de cómo se ponen mal los pacientes, y los llevan a un cuarto que está ahí para que no se vea lo que pasa”, denunció Patricia López.
Añadió que ella tiene ya varios meses que no acude a esta clínica, ya que al igual que sus compañeros presentó una fuerte infección mediante el catéter por el reuso de los filtros, al grado que casi sale muerta de ahí, y ahora se atiende de manera particular en la Cruz Roja, donde paga por semana 4 mil pesos por dos sesiones, que el IMSS no le quiere reembolsar, y que por miedo a pasar por lo mismo, ya no regresó.
Mientras que directivos del IMSS acuden a ver la clínica, todo lo encuentran normal y por una o dos semanas se trabaja “bien” y de nueva cuenta todo sigue igual.
Aunque se acudió a la clínica de hemodiálisis en busca de su versión, no se permitió el paso, además se les trató de localizar por medio de sus líneas telefónicas, pero no se logró comunicación alguna.