El lamento se extendió por las calles de Nuevo Laredo ante la triste noticia del fallecimiento de Don Jorge Gordillo, un hombre entrañable y excepcional bailarín, cuyo amor por el Danzón trascendió generaciones.
A sus 91 años, acompañado fielmente por su esposa Etelvina, Don Jorge era una presencia habitual en la Plaza Simón Bolívar, donde la Centenaria Banda Municipal entonaba las melodías que evocaban tiempos pasados.
El danzonero Jorge Gordillo
Su devoción por el Danzón era palpable para todos aquellos que lo conocieron. Desde los días en que la tradición de este baile comenzó a arraigarse en las plazas, Don Jorge se convirtió en un ferviente seguidor.
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Su compromiso con la preservación de esta hermosa expresión cultural era innegable. Solía decir con pasión, recordando sus lecciones de baile en una escuela de México:
Es muy importante rescatarlo el danzón porque no cualquiera sabe bailar
A través de los años, Don Jorge se convirtió en un pilar de la comunidad de danzoneros locales, siempre alentando a la participación y apreciación de esta gran tradición. Siempre expresaba con entusiasmo una invitación general a toda la población, deseando que más personas se unieran a esta práctica que tanto amaba:
Invito a todos los ciudadanos a que vengan al danzón porque ahí se la pasaban uno muy bien
A pesar de haber nacido en Chiapas, el bailarín encontró en Nuevo Laredo su hogar y su pasión. Su deseo era que aquellos que tuvieran la oportunidad de disfrutar de las tardes de danzón lo hicieran, para que este estilo y su música perduraran por muchos años más.
La Dirección de Cultura de Nuevo Laredo se unió al duelo, expresando su pesar por la pérdida de uno de los grandes entusiastas del Danzón en la ciudad.
Las palabras de despedida se multiplicaron en las redes sociales, donde amigos, familiares y compañeros de baile compartían recuerdos y homenajes al artista.
Descanse en paz, Don Jorge Gordillo.